Teresa Romero muestra su felicidad por poder comer el caldo de su madre

Teresa Romero muestra su felicidad por poder comer el caldo de su madre
GRA073. BECERREÁ (LUGO), 06/11/2014.- La auxiliar de enfermería Teresa Romero (i), junto a su marido Javier Limón, y su madre Jesusa Ramos (c), a la salida hoy de su casa en Becerreá (Lugo) donde, un día después d

Teresa Romero, para su círculo íntimo “Tere”, viajó a Galicia para descansar y ayer mostró su felicidad al poder disfrutar de una de sus comidas predilectas, el caldo que prepara su madre, así como de la empanada y otras “cosas ricas”.
También de los manantiales que tanto echaba de menos en Madrid, y de la gente que la esperaba en su tierra. De hecho, el interés social que ha despertado su caso la llevó a tener una cortesía más con la prensa.
La primera persona contagiada por el virus del ébola en Europa ha querido resolver, con una comparecencia, la guardia de los medios de comunicación frente a la vivienda en la que se aloja, la de su madre, Jesusa Ramos.
Hacía frío en Becerreá, su municipio de origen, en la montaña de Lugo, pero ha tenido “Tere” el suficiente resuello para salir a dar la cara en uno de esos días desapacibles que preludian el invierno que se acerca, con lluvias impenitentes, temperaturas tirando a bajas y un poco de viento para calar hasta los huesos la humedad del ambiente.
Teresa y su familia quisieron tener un gesto con los informadores y, a mediodía, la auxiliar de enfermería gallega bajó a la calle para atender a los reporteros literarios y gráficos, acompañada por su madre, Jesusa Ramos, y su marido, Javier Limón.
“Tere” todavía tiene que recuperarse. Su marido recordó que “necesita descansar” y para eso, precisamente, se desplazaron ambos hasta Becerreá, en busca de una tranquilidad que les permita aliviar la presión a la que se han visto sometidos durante el último mes.
Abrumada en parte por la expectación mediática que ha generado su caso desde su salida del centro médico, la auxiliar de enfermería ha apostillado: “Yo era una persona normal y lo sigo siendo”.
Una persona normal con una madre que estuvo en vilo durante muchas semanas, mientras ella se debatía entre la vida y la muerte en un hospital de Madrid. Por eso Jesusa Ramos tenía otra cara. Sigue viendo a su hija “muy débil” y “muy flaquita”, pero de eso ya se encarga ella.
Contó radiante que cuando llegó del viaje, “Tere” tomó el caldo que ella le había preparado, así como empanada y otras cosas ricas. También anunció que le hará muchas “más comidas” en estos pocos días que va a pasar a su lado.
Preguntada sobre la propuesta del Ayuntamiento de Becerreá de nombrarla Hija adoptiva, Teresa Romero comentó que, al menos de momento, nadie le ha hecho saber “nada oficialmente”. Pero el alcalde, Manuel Martínez, confirmó que la propuesta está ahí.

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