Suben las agresiones y las falsas acusaciones a un profesorado “desbordado”

Las agresiones físicas –empujones, collejas o lanzamientos de objetos– y las falsas acusaciones contra el profesorado han subido ligeramente en España. Estas son conclusiones del informe del Defensor del Profesor del sindicato de docentes ANPE presentado ayer. El documento analiza 1.947 casos de profesores que recurrieron en el curso 2022-2023 a este servicio, aunque estas cifras son solo “la punta del iceberg”, ha subrayado la vicepresidenta nacional de ANPE, Sonia García.

El 22% de los docentes informa de faltas de respeto del alumnado; el 21% de problemas para dar clase y otro 20% denuncia falsas acusaciones de los alumnos contra ellos.

Teresa Hernández, coordinadora estatal del servicio del Defensor del Profesor, ha destacado el aumento de los casos de violencia física, y lo ha calificado de “preocupante” ante la perspectiva del 7% de casos de este curso frente al 6% del año anterior. Ante estos incidentes, el sindicato profesional mayoritario en el sector educativo pide una sanción inmediata y que se tipifique como falta muy grave con expulsión y cambio de centro.

También ha aumentado el ciberacoso contra los educadores. La suplantación de identidad en redes sociales para ridiculizarlos, envío de amenazas o la presión para subir notas son algunas de las prácticas sufridas. No obstante, Guadalupe Pérez Pérez, coordinadora del Defensor del Profesor de ANPE Madrid, ha asegurado que en su comunidad autónoma tales prácticas han bajado a la mitad gracias la prohibición del móvil en las aulas, entre otros factores.

Un 77% de los profesores que han acudido al servicio del Defensor sufren ansiedad, un 13% síntomas de depresión y un 12% se encuentra en baja laboral. Muchos se sienten “desbordados, deprimidos” y abandonados por la administración