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viernes | 19 abril | 2024
Los reyes Felipe y Letizia, sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, y la reina Sofía asistieron a la misa del Domingo de Resurrección en la catedral de Mallorca, como es tradición durante la estancia de la familia real en la isla por las vacaciones de Pascua.
Es la primera vez que don Felipe y doña Letizia asisten como reyes a esta misa, a la que el año pasado acudieron aún como príncipes de Asturias.
Unas seiscientas personas, entre turistas y curiosos, se reunieron a las puertas del templo para ver a la familia real y les recibieron con vítores a su llegada, unos minutos antes de las 12 del mediodía.
El rey llegó conduciendo su propio vehículo, acompañado de la reina Letizia, sus hijas y de doña Sofía.
El obispo de Mallorca, Javier Salinas, acompañado de los miembros del cabildo catedralicio y acólitos, les recubió a todos a las puertas de la catedral y les fue saludando uno a uno.
También el presidente del Gobierno balear, José Ramón Bauzá, y la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Salom, esperaron a la familia real a las puertas de la seo mallorquina para darles la bienvenida.
Los reyes y sus hijas han posado unos minutos para los fotógrafos y cámaras apostados a las puertas del templo y saludaron.
Una vez en el interior, ocuparon el primer banco del templo. La misa solemne, que duró unos 50 minutos, contó con la participación de las corales de la Escolanía y la Capella Jove de la Seu.
A la salida, los Reyes posaron de nuevo acompañados esta vez por los presidentes del Gobierno balear y el Consell de Mallorca.
Posteriormente, el rey Felipe se acercó a saludar al público entre vítores, antes de volver a subirse al coche.
Como es tradición, la asistencia a la misa de Resurrección supone desde hace años el broche final a la presencia de la familia real en Mallorca durante la Semana Santa.
Durante su estancia en la isla, el lunes pasado la Reina Sofía presidió también en la Catedral un concierto a beneficio de Proyecto Hombre, ofrecido por la Orquesta Sinfónica de Baleares Ciutat de Palma, que interpretó el “Requiem” de Mozart.
