Reportaje | De unos ojos vivos que se enamoraron de Japón

Reportaje | De unos ojos vivos que se enamoraron de Japón
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Belas Artes despidió a un amante de la vida y la libertad, Alfonso Sucasas, y le dijo “hola” a unos ojos “vivos” que piensan, los de José Suárez. Lo que inauguró ayer el conselleiro Román Rodríguez es la mayor exposición realizada hasta el momento del fotógrafo de Allariz. A través de esta muestra, el centro de Zalaeta lo resitúa en el mapa no solo con su arte, que está representando por sus series más conocidas, también por los objetos personales que le acompañaron y los documentos de la época. 
El conjunto descubrirá a un profesional con el don de ver y saber que ahí había una foto, de innovar y de poner a bailar a la instantánea con las vanguardias. Cuentan desde Belas Artes que el intelectual fue admirado por sus coetáneos. Enamorado de Japón, Suárez cambió éxito por olvido, el que le profesó su tierra al estar lejos. Sin embargo, le aplaudieron fuera. 
Aquí se puede ver la evolución del artista y también las claves para entenderlo. La exposición lo mezcla con recuerdos y la ensalada sabe a salitre con “Mariñeiras”, se va por las tripas del país nipón y para a descansar en América del sur para acabar el recorrido en La Mancha con una mirada veterana. Más pausada.
Comisariada por dos referentes como son Xosé Luis Suárez Canal y Manuel Sendón, la novedad se queda para no irse hasta el 15 de julio y tiene su principal atractivo en la expresividad de las imágenes en blanco y negro. Viene de estar en Cidade da Cultura donde se expuso en 2015 y en los países que retrató con su cámara para extender su talento más allá de Pedrafita. 
Está organizada cronológicamente en tres secciones que coinciden con las tres etapas fundamentales de su trayectoria vital. La primera, abarca hasta el año 1936 cuando comienza el conflicto bélico. Se titula “Años 30” y se compone a su vez de tres series: “Por tierras de Salamanca”, “Galicia años 30” y “Marineros”. 
La segunda sección arranca en el año que explotó la guerra cuando José Suárez emprende el exilio por distintos países de América del Sur y Japón, donde permanece entre 1953-1954 en la búsqueda de un enriquecimiento espiritual. 
La tercera y última “Retorno” coincide con su regreso a España en 1959. En este punto, están agrupados varios trabajos que realiza en Galicia en los 60 y por España. El creador disparó sobre La Mancha, Mojácar o Ibiza. Después está la serie “Toros” que hizo en 1967, y la serie “Glyndebourne” de sus viajes como corresponsal por Europa. El resultado da buena cuenta de que sus ojos estaban abiertos. Y muy vivos. l

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