El pederasta de Ciudad Lineal no padece ninguna patología mental que interfiera en las agresiones

Los médicos forenses que examinaron a Antonio Ortiz a instancias del juez instructor manifestaron ayer en el juicio que no presenta ninguna patología mental que haya interferido en las agresiones que se le imputan, si bien sí padece un trastorno de personalidad con rasgos narcisistas y disociales.
“Es una persona con baja empatía y con distanciamiento emocional de los sentimientos”, aseveró una de las forenses que le exploró en el marco de la investigación judicial.
Además, afirmó que su deseo prevalece sobre “todo lo demás” y que presenta una tendencia de justificar los comportamientos disfuncionales que protagoniza. También dijo que el presunto pederasta de Ciudad Lineal no tiene sentimientos de culpa y que no aprende de sus errores en alusión a que ya tuvo problemas con la Justicia.
Una de las víctimas de Antonio Ortiz, de cuya agresión hay pruebas biológicas que le incriminan, tuvo que ser operada de urgencias por peligro de que se desangrara al sufrir un desgarro, algo cuya acción encajaría en el tipo penal de un posible delito de tentativa de homicidio.
Así lo manifestó el médico forense que reconoció a la niña agredida el 17 de junio de 2014, la más grave de todas. Según el experto, el pederasta quiso ocultar la gravedad de la lesión con un clínex a modo de tampón, un papel en el que luego se hallaron restos celulares del agresor.
En este caso y en otro, el relativo a la agresión de abril de 2014, uno de los abogados de las familias pide que se le impute a Ortiz además por dos tentativas de homicidio, ya que a juicio de esta parte corrió peligro la vida de estas pequeñas.
El experto expuso dos de los informes que elaboró tras examinar a la niña en las Urgencias del Hospital de La Paz.

El pederasta de Ciudad Lineal no padece ninguna patología mental que interfiera en las agresiones

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