El papa garantiza a los jóvenes que “Dios es el más acérrimo de los hinchas”

El papa Francisco dirigió un mensaje de ánimo a jóvenes en la misa de clausura de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), a los que aseguró que Dios les ama más de lo que ellos le aman. “Cree en nosotros más que nosotros mismos, está siempre de nuestra parte, como el más acérrimo de los hinchas”, señaló.
A ellos les instó a que, tras la “oxigenación espiritual” de esta jornada, sigan viviendo la misericordia de vuelta a sus casas.
En su mensaje a los más de dos millones de personas, según la organización, presentes en el Campus Misericordiae de Brzegi, el papa Francisco volvió a insistir en que no se dejen llevar por una “vergüenza paralizante”. “La vida no hay que encerrarla en un cajón –indicó–. No podemos quedarnos sentados esperando con los brazos cruzados; a Él, que nos da la vida, no podemos responderle con un pensamiento o un simple mensajito”.

anestesiar el alma
En este sentido, pidió a los jóvenes no avergonzarse y llevar “las debilidades, las dificultades y los pecados en la confesión”. “No os dejéis anestesiar el alma”, advirtió, al tiempo que pidió que den un no fuerte “al doping del éxito a cualquier precio y a la droga de pensar solo en sí mismo y en la propia comodidad”.
Por otro lado, el papa argentino advirtió del peligro de quedarse lejos de Jesús, porque “no se sientan a la altura”, porque “tengan una baja consideración de sí mismos”.
“Esta es una gran tentación, que no solo tiene que ver con la autoestima, sino que afecta también a la fe. Porque la fe nos dice que hemos sido creados a imagen de Dios”, aseguró. Así, afirmó que nadie es inferior y distante, nadie es insignificante, sino que todos son predilectos e importantes:” ¡Tú eres importante!”, explicó.
El papa Francisco detalló a los jóvenes que Dios cuenta con ellos por lo que son, no por lo que se tiene. “Ante él, nada vale la ropa que llevas o el teléfono móvil que utilizas; no le importa si vas a la moda, le importas tú. A sus ojos, vales, y lo que vales no tiene precio”, señaló el pontífice.
Durante la ceremonia, a la que asistieron el presidente de Polonia y el de Panamá, entre otros dignatarios, también advirtió sobre “la multitud que murmura”. “Puede que os bloqueen, tratando de haceros creer que Dios es distante, rígido y poco sensible, bueno con los buenos y malo con los malos. Puede que se rían de vosotros, porque creéis en la fuerza mansa y humilde de la misericordia. No tengáis miedo”, pidió, al tiempo que reclamó que amén hasta a sus enemigos.
El santo padre, utilizando un lenguaje muy cercano a los milenials, resaltó que la Jornada Mundial de la Juventud “comienza hoy y continúa mañana, en casa”. “Jesús espera que, entre tantos contactos y chats de cada día, el primer puesto lo ocupe el hilo de oro de la oración”, dijo.

fraternidad
Por su parte, los obispos españoles presentes en la Jornada Mundial de la Juventud pusieron de relieve el contraste entre el espíritu de fraternidad de los jóvenes presentes y los episodios de violencia desatada en el mundo.
El Arzobispo de Oviedo, monseñor Jesús Sanz, manifestó: “se ha visto un contraste entre el mundo de violencia y dividido que sale en los medios de comunicación cada día y lo que hemos vivido con estos jóvenes”.
También destacaron el mensaje del papa Francisco de animar a los jóvenes a comprometerse por los demás, superando la tentación de convertirse en “jóvenes de sofá”.
En concreto, monseñor Carlos Osoro, Arzobispo de Madrid, subrayó que en estos días lo que ha pedido a los jóvenes es que “tomen la decisión de convertirse en instrumentos de misericordia, realizando la gran revolución que necesita el mundo, que es el amor a Cristo”.
El arzobispo de la capital destacó también la buena organización de la jornada y los actos.
Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Ricardo Blázquez, puso el énfasis en “la evocación permanente y expresa de Juan Pablo II en estos días, tanto por su vida, como por ser el iniciador de estas jornadas”. Para el arzobispo de Valladolid, la clave de los mensajes del papa Francisco ha sido “el lema de la jornada: la misericordia”. “El papa se ha centrado mucho en los heridos de la vida, y muestra que la misericordia es la respuesta ante las inseguridades, los desafíos y la violencia”, dijo.
Por otro lado, en medio de una gran expectación, el papa anunció ayer que la próxima Jornada Mundial de la Juventud irá a Panamá. Los panameños congregados en la explanada no ocultaron su alegría y comenzaron a gritar, darse abrazos y ondear banderas.
El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, manifestó su “orgullo” por la decisión del papa Francisco de elegir el país caribeño como sede de la próxima JMJ, que se celebrará en 2019.