El papa exige una solución para Siria y dice que la paz no se compra ni vende

El papa exige una solución para Siria y dice que la paz no se compra ni vende
POP126. Amman (Jordan), 24/05/2014.- Pope Francis blesses a child upon his arrival to lead a mass at Amman International Stadium, Amman, Jordan, 24 May 2014. The pontiff held a mass service lasting about three hours at a stadium in Amman, attended by abou

Fiel a su estilo, el papa Francisco inició ayer su primera peregrinación a Tierra Santa con la oración y la defensa de los más desfavorecidos en el corazón, y la denuncia política, simple y directa, como eje de su discurso.
Bergoglio aterrizó en torno a la 13.00 horas en el aeropuerto “Queen Alia” de Jordania siguiendo los pasos de Pablo VI, y ya en la primera intervención satisfizo a aquellos que esperaban una declaración sobre los conflictos que atribulan esta región.
En un discurso junto a su anfitrión, el rey Abdala II de Jordania, el pontífice pidió una resolución urgente para la guerra civil en Siria y una solución justa para el enfrentamiento entre israelíes y palestinos.

cuestión de gestos
Después, en la homilía que pronunció ante 30.000 entregados fieles en el estadio de Ammán, desarrolló un paso más su idea: “la paz ni se compra ni se vende, es cuestión de gestos”, aseveró Bergoglio.
“Es un don” que debemos “construir mediante gestos grandes y pequeños en nuestra vida cotidiana”, agregó el papa, flanqueado en el escenario por grandes fotografías de dos de sus predecesores, Juan XXIII o Juan Pablo II.
Francisco llegó al estadio en un vehículo abierto, en un breve viaje en el que pudo sentir el calor de miles de feligreses que le obligaron a parar en numerosas ocasiones para acercarse a él o bien auparle a niños de corta edad para que los bendijera, e incluso entregarle documentos.
Una vez dentro del recinto, los asistentes no pararon de cantar, y de lanzar vítores en español al pontífice, que avanzó entre la multitud con muestras de cercanía y calidez.
Un escenario con globos blancos y amarillos y un enorme cartel en el que aparecía Francisco saludando a Abdalá II con la cúpula de San Pedro y el sitio bautismal de Betania de Transjordania de fondo le recibieron para su primera homilía en Tierra Santa.
Escasas horas antes, Bergoglio había compartido escenario con el propio monarca, que le acompañó, junto a la reina Rania, durante el recorrido, y de los que solo se despidió con un cálido apretón de manos en el sitio bautismal de Magtha.
Allí, bajo un anaranjado atardecer, oró de pie a orillas del Jordan y bendijo las aguas como hicieran Juan Pablo II y Benedicto XVI.
En su primer discurso, el papa Francisco lamentó la triste situación en la que viven los refugiados sirios, palestinos e iraquíes, renovó el compromiso de ayuda de la iglesia Católica y agradeció el esfuerzo de Jordania, para quien reclamó mayor ayuda internacional.

El papa exige una solución para Siria y dice que la paz no se compra ni vende

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