El papa crea una comisión de estudio sobre el diaconado de las mujeres

El papa crea una comisión de estudio sobre el diaconado de las mujeres
El papa saluda a los presentes después de una rueda de prensa a bordo de un avión reuters

El papa creó ayer la comisión de estudio que tendrá como finalidad analizar la posibilidad de reinstaurar en la Iglesia católica la figura de la mujer diaconisa, tal y como sucedía en el pasado. “Tras una intensa oración y una madura reflexión, el Papa ha decidido instituir la Comisión de Estudio sobre el diaconado de las mujeres”, según señaló ayer la Oficina de prensa del Vaticano.
La comisión estará presidida por un jesuita español, el secretario de la Congregación de la Doctrina de la Fe, monseñor Luis Francisco Ladaria Ferrer, no obstante la mitad de sus miembros serán mujeres, seis en total.
El pasado 12 de mayo, en un encuentro en el Vaticano con 900 religiosas de la Unión Internacional de las Superioras Generales que le interpelaron sobre este tema, Francisco señaló su intención de “constituir una comisión oficial que pueda estudiar la cuestión” del Diaconado de las mujeres, sobre todo en relación con los “primeros tiempos de la Iglesia”.
Un diácono es una figura eclesiástica a la que se le confiere el sacerdocio de tercer grado, que es el que ordinariamente se otorga de forma provisional a los seminaristas que van camino del presbiterado (sacerdocio de segundo orden). También se confiere actualmente a varones –solteros y casados– que ejercerán este ministerio durante toda su vida: los diáconos permanentes.


FUNCIONES DEL CARGO
Entre sus tareas, se encuentran la de impartir los sacramentos del bautismo y el matrimonio. La eucaristía, la confesión y del resto de sacramentos son de exclusiva competencia de los sacerdotes.
En cualquier caso, aunque actualmente las mujeres no pueden ser diaconisas, ya pueden realizar en determinadas circunstancias algunas de las tareas específicas del diácono como asistir a un matrimonio o bautizar. Fuentes eclesiales confirman que en España hay mujeres que han celebrado bautizos.
Precisamente, en cuanto al bautismo, el Código de Derecho Canónico establece que un catequista –sin especificar hombre o mujer– designado por el ordinario o, si es preciso, cualquier persona con la debida intención puede bautizar. Además, añade que los párrocos deben enseñar a sus fieles a hacerlo.
Más excepcional es el caso de las bodas, ya que se debe obtener un permiso de la Conferencia Episcopal y de la Santa Sede. En caso de que se aprobara la ordenación de diaconisas, las mujeres podrían celebrar estos sacramentos de forma ordinaria.

El papa crea una comisión de estudio sobre el diaconado de las mujeres

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