El papa cita a Juan Pablo II y ordena a los sacerdotes: “¡Abrid las puertas!”

Francisco I se dirigió ayer a unos 3.500 sacerdotes que acudían a la misa celebrada en el Santuario de la Divina Misericordia, donde vivió la santa Faustina Kowalska, citando de nuevo las palabras de Juan Pablo II cuando era pontífice: “¡Abrid las puertas!”, les exhortó.
En el marco de las celebraciones de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que culminan hoy en Cracovia, el Pontífice recordó que Jesús “desea desde el principio que la Iglesia esté de salida, que vaya al mundo”. “Y quiere que lo haga tal como él mismo lo hizo, como él fue mandado al mundo por el Padre: no como un poderoso, sino en forma de siervo”, destacó.
Así, aseguró que esa llamada sirve también para la época actual: “¿Cómo no sentir aquí el eco de la gran exhortación de san Juan Pablo II: “¡Abrid las puertas!”.
Según admitió, en la vida como sacerdotes y personas consagradas, se puede tener con frecuencia la tentación de quedarse un poco encerrados, por miedo o por comodidad, en uno mismo y en sus ámbitos. “Pero la dirección que Jesús indica es de sentido único: salir de nosotros mismos. Es un viaje sin billete de vuelta”, dijo, al tiempo que ha advertido de que a Jesús no le gustan “los recorridos a mitad, las puertas entreabiertas, las vidas de doble vía”.
Por ello, defendió una vida de “servicio y disponibilidad, en la que no hay espacios cerrados ni propiedad privada” para las propias comodidades. Y ha llamado a no perder el tiempo en proyectar un futuro seguro y bien remunerado, sino a un “deseo ardiente” de ser testigo y de llegar a los otros. “Le gusta el riesgo y sale, no forzado por caminos ya trazados, sino abierto y fiel a las rutas indicadas por el Espíritu: contrario al “ir tirando”, siente el gusto de evangelizar”, aseguró.