Los palestinos y los israelíes aceptan la invitación del papa de rezar por la paz en el Vaticano

Los palestinos y los israelíes aceptan la invitación del papa de rezar por la paz en el Vaticano
OSS103. Bethlehem (-----), 25/05/2014.- A handout picture provided by the Vatican Newspaper L'Osservatore Romano shows Pope Francis touching the wall that separates Israel from the West Bank on his way to celebrate a mass in the Manger Square next to

El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, aceptó la invitación del papa Francisco para rezar por la paz junto a su colega israelí, Simón Peres, en el Vaticano.
El mandatario acogió con agrado la propuesta realizada por el pontífice al término de la misa que ayer ofició ante unas 8.000 personas en la plaza del Pesebre de la ciudad palestina de Belén, y dijo esperar que se celebre en poco tiempo.
Por su parte, Simón Peres felicitó la iniciativa del papa Francisco de ofrecer “su casa” a israelíes y palestinos para rezar por la paz, porque “desde siempre ha apoyado cualquier iniciativa” de este tipo.
Sin embargo, Abás pidió al pontífice que participe en la solución del conflicto con Israel y denunció los intentos por expulsar a los palestinos, cristianos y musulmanes de Jerusalén.
Esperado con enorme emoción por los miles de fieles que abarrotaban la plaza del Pesebre en la ciudad palestina de Belén, el papa Francisco sacudió ayer parte de los cimientos con dos gestos que probablemente desencadenen nuevas polémicas.
El primero, poco después de que su helicóptero, procedente de Ammán, aterrizara en la ciudad que vio nacer a Jesús sin pasar antes por Israel, una decisión que ya había causado malestar entre las autoridades israelíes.
Tras ser recibido por Abás, el pontífice se subió a un automóvil descubierto para recorrer los escasos metros que separan la sede de la gobernación de la Basílica de la Natividad.

muro
En un momento dado, al pasar junto al muro de segregación erigido por Israel, el papa pidió al chófer que se detuviera, bajó, se acercó a pie y oró en silencio por espacio de cinco minutos, en un gesto que el portavoz vaticano, Federico Lombardi, calificó de muy “simbólico”.
Después, inclinó su cabeza y apoyó su frente sobre el frío y gris hormigón, sin pronunciar palabra alguna pero dejando una imagen para la historia.
Francisco guardó su segundo gesto, más conciliador, para el final de la misa, justo antes de entonar el Regina Coeli y después de hacer una cerrada defensa de la infancia. Con voz pausada y gesto serio, el pontífice invitó a Abás y a Peres a sumarse a un rezo conjunto por la paz en Oriente Medio y ofreció “su casa”, el Vaticano, para llevar a cabo esta iniciativa.
Además, el papa instó a israelíes y palestinos a aplicar la solución de los dos estados para poner fin al sufrimiento en la región. n

Los palestinos y los israelíes aceptan la invitación del papa de rezar por la paz en el Vaticano

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