Ocho de cada diez separados con mediación tienen una buena relación con sus hijos

El 81 por ciento de las parejas que acudieron en los últimos años a la mediación antes de separarse asegura que tiene una relación excelente con sus hijos y que el temor inicial a perder el contacto con ellos no se cumplió porque estos se adaptaron perfectamente a la nueva vida.

Así lo constata un estudio de la Asociación de Atención y Mediación a la Familia (Atyme) que analiza cómo influyó la mediación en las personas que optaron en los últimos veinte años por este sistema de intervención para dejar la convivencia, y cómo esta alternativa extrajudicial cambió la forma de experimentar uno de los duelos más complejos que vive el ser humano, la ruptura de pareja.

Los personas que utilizaron la mediación para divorciarse hace quince o veinte años, cuando no se conocía apenas este programa y la sociedad no estaba preparada para la separación, eran todas parejas casadas, con más años de convivencia que las que eligen este procedimiento ahora, con más hijos y llevaban también más tiempo pensando en separarse.

El estudio revela que el cese de la convivencia repercutió a nivel personal de manera positiva en todas y mejoró la calidad de vida de la exparejas, especialmente en las que se han separado recientemente, un 80 por ciento de ellas.

Unas y otras tuvieron que sobrellevar, con mayor o menor dramatismo, una serie de inconvenientes, desde tener que renovar el círculo social hasta ajustar las cuentas para llegar a fin de mes, pero la mayor preocupación de todos ellos son los niños.

Ocho de cada diez separados con mediación tienen una buena relación con sus hijos

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