El número de hogares sin ingresos no bajará al nivel precrisis hasta 2023

El número de hogares sin ingresos no bajará al nivel precrisis hasta 2023
La reducción de la pobreza en períodos de crecimiento no compensa el aumento de la misma en la crisis aec

Unos 720.000 hogares españoles no reciben ningún ingreso, una cifra que no desciende de los 700.000 desde 2012, y harán falta siete años más para que este número disminuya hasta niveles de antes de la crisis –en 2009, cuando se produjo el primer impacto, eran 497.200–, según revela el informe “Análisis y Perspectivas 2016”, elaborado por la Fundación Foessa, que muestra un país a dos velocidades en términos de exclusión social.
“La intensidad de la recuperación es insuficiente para reducir la brecha que se ha abierto. Al ritmo actual, alcanzar las cifras de hogares sin ingresos anteriores a la crisis, ya elevadas de por sí, puede suponer siete años”, advirtieron los autores del informe. Bajo el título “Expulsión social y recuperación económica”, el estudio se fija en una serie de indicadores –renta, desigualdad, pobreza y desempleo– para constatar que, a pesar de que los recientes datos oficiales reflejan una ligera disminución de la pobreza y de la exclusión social, la reducción de la pobreza en períodos de crecimiento no compensa el aumento de la misma en los períodos recesivos.
Se trata, según explicó la directora de Incidencia, Comunicación y Sensibilización de Cáritas Española, Natalia Peiro, del proceso “contracíclico”. “Ante períodos de recesión económica, la pobreza aumenta rápidamente; sin embargo, en fases de crecimiento no desciende en la misma medida e incluso permanece estancada”, subrayó.
En este sentido, el informe alerta de que la probabilidad de que aumente la bolsa de la exclusión social, a pesar del crecimiento económico, es “tremendamente elevada”. “A pesar del aumento de la marea, va a haber más barcos de los que había varados en el fondo”, señaló el miembro del Comité Técnico de la Fundación Foessa Guillermo Fernández.
Además, la velocidad de salida de la crisis es distinta por comunidades, incrementándose las diferencias en el eje norte-sur. Así, Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Canarias e Islas Baleares se encuentran en peor situación ante la salida de la crisis, frente a Cantabria, País Vasco, Navarra, La Rioja y Aragón.
Atendiendo al indicador de renta, el informe pone de manifiesto que los ingresos han caído “espectacularmente” desde el primer impacto de la crisis, con una reducción superior al 10%, pero las regiones con mayor renta media inicial han experimentado menores caídas.
Además, la reducción de las rentas medias ha provocado un “hundimiento” de las rentas más bajas, generando una mayor desigualdad. Concretamente, en la mayor parte de las comunidades el 20% más rico de la población está soportando mejor la crisis frente al 20% más pobre, siendo Andalucía, Asturias y Castilla-La Mancha donde mayor fue la caída para los que menos tienen. Solo en dos comunidades, Aragón y Galicia, creció la renta de los más ricos.
En cuanto al índice de pobreza, el informe ancla el umbral de este indicador en el año 2009 y observa que ha aumentado el riesgo de pobreza en todas las comunidades.
Cáritas estima necesaria una inversión de 10.000 millones de euros para garantizar la adecuada protección de tres colectivos que han sido “insuficientemente protegidos” durante la recesión: hogares en pobreza severa, trabajadores pobres y familias con hijos a cargo.

El número de hogares sin ingresos no bajará al nivel precrisis hasta 2023

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