La madre de la bebé asesinada en Almería declara contra su expareja

La madre de la  bebé asesinada  en Almería declara contra su expareja
17/11/2015 Gema Cuerda atiende a los periodistas tras testificar en el juicio. Gema Cuerda, la madre de la bebé de 16 meses Míriam, cuyo rapto y muerte se está enjuiciando esta semana en la Audiencia Provincial de Almería, ha

Gema Cuerda, la madre de la bebé de 16 meses Míriam, cuyo rapto y muerte se está enjuiciando en la Audiencia Provincial de Almería, aseguró ayer ante el jurado popular que “quisiera saber” por qué su expareja Jonathan Moya cometió presuntamente estos hechos y recordó que, cuando se la llevó de su lado contra su voluntad el 20 de diciembre de 2012, “pensé que me había gastado una broma pero nunca más volví a ver a mi hija”.
Gema, quien declaró sin biombo en una sala a la que entró junto a su madre y en la que no cruzó mirada alguna con el procesado, que a su vez, mantuvo la cabeza baja durante toda la testifical y el rostro oculto por las manos, aseguró que no “tiene explicación alguna” lo que supuestamente hizo. “Quizá a la Guardia Civil le dijo que lo había hecho para joderme pero lo dije nerviosa y esto no tiene explicación ninguna. Nunca pensé que me haría esto”, insistió.
A preguntas del fiscal, confirmó que contactó con Moya González a través de una web de anuncios “donde dije que tenía una bebé” y que él se le presentó como “Juan, rejoneador, organizador de galas benéficas y de posición económica alta”. Señaló, asimismo, que “en ningún momento” dudaron “de su palabra porque somos humildes” y que, al principio de la relación, cuando estuvo residiendo con ellos semanas en Palma del Condado (Huelva), “sí estuvo cariñoso con Míriam”. “Ya de últimas no le echaba mucha cuenta”, apuntó.
Cuerda relató que la relación no cuajó y que se terminó “cuando él se enfadó porque le dije que tenía más hijos” y confirmó que, pese a que tenía “dudas porque yo ya no estaba con él”, su madre le convenció para que acudiese a Almería porque Moya dijo “que su hermana tenía un vestido de bautizo para mi hija y que le iba a dar un regalo a mi madre”.
Detalló el periplo por el que le llevó supuestamente en coche el acusado tras recogerla en la estación de tren de Guadix, que pasaron esa primera noche “en el vehículo, en un paraje deshabitado, porque me dijo que tenía que esperar a su padre que se le habían escapado los caballos” y que, ya en la mañana del día 20, le hizo “empujar el coche porque me dijo que no tenía batería”.
“Estuvimos un rato, me decía que teníamos que esperar y miraba el reloj continuamente y luego fuimos a un pueblo donde le estaba esperando supuestamente Raúl para prestarle un coche. Yo le dije que qué estábamos haciendo allí, que la niña estaba muerta de frío, que tenía que darle de comer, ducharme, que nunca había vivido eso pero él me contestaba que teníamos que esperar”.
Cuerda hizo alusión a la presunta agresión sexual de la que fue víctima y por la que González se enfrentará a un nuevo juicio y que habría sucedido cuando estaban “esperando a un amigo suyo llamado Pepe”. “Siempre me llevaba a sitios despoblados y yo no paraba de decirle que por favor me llevara a la estación, que me quería ir, pero siempre me ponía excusas”, aseguró.
Explicó que le pidió que empujase el coche. “Mi hija se puso a mi lado y me agarró la pierna, y entonces me pidió que la subiera al coche para no pillarla. Le dije que tuviera cuidado, que no iba amarrada y no había sillita, paró el coche, lo volvió a arrancar. Me quedé bloqueada, se marchó con la niña y yo pensé que me había gastado una broma. Eche a andar, me perdí, llamé a la Guardia Civil y a mi familia, pero nunca más volví a ver a mi hija”.

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