La clase política francesa se volcó de manera unánime contra el actor Gerard Depardieu después de que se difundiera que ha decidido establecer su domicilio en Bélgica para escaparse del alto sistema impositivo de su país. Las críticas le han llovido por parte tanto de la derecha como de la izquierda, pese a ser solo uno más en engrosar la lista de grandes fortunas que se saltan la frontera para preservar su patrimonio. Depardieu mantendrá no obstante la nacionalidad francesa.