Las mayor parte de las comunidades no convocarán oposiciones para profesores

 Al menos Andalucía, Canarias y el País Vasco mantendrán sus respectivas ofertas de empleo público docente de 2012, mientras que la mayoría de comunidades, del PP y otras, podrían optar por esperar a 2013, cuando sería posible convocar tanto las de ese año como las que dejaran de sacar éste.

En rueda de prensa, el ministro de Educación, José Ignacio Wert, negó que haya sugerido a las consejeros de Educación que no convoquen plazas públicas de profesorado este año, sino que tal planteamiento responde a una “convergencia” y un “movimiento espontáneo” de las comunidades, reunidas ayer en conferencia sectorial.

Sin embargo, algunos consejeros habían declarado antes a los medios de comunicación que el ministro estaba recomendando a las comunidades que evitaran publicar oferta de empleo en 2012, si no lo habían hecho aún.

Entre las que gobierna el PP, Madrid se mostró partidaria de convocar plazas este año, pues la comunidad, declaró la consejera Lucía Figar a los periodistas, tiene el compromiso de publicar oposiciones de primaria y secundaria en años alternos.

Castilla-La Mancha y Extremadura, por el contrario, esperarán a 2013 para acumular las plazas que le correspondían este año, según fuentes de las Consejerías de Educación.

 Antieconómico > El ministro explicó que una convocatoria de acuerdo con la tasa máxima del 10% de reposición de vacantes que permite el Real Decreto-Ley de 30 de diciembre (de medidas para la reducción del déficit) resultaría en muchos casos “antieconómica”.

Ello se debe al coste excesivo de las pruebas para un número reducido de plazas, por lo que gran parte de las comunidades coincidieron en que sería “más conveniente” acumularlas, “a través del arreglo correspondiente”, a la oferta de empleo publico docente del año próximo.

“Todas las comunidades, y el ministerio comparte ese criterio, están de acuerdo en que es un recurso de emergencia ante una situación de emergencia”, ha señalado Wert.

También esgrimió como argumento evitar el “desequilibrio” que ocasionaría que la convocatoria en unas autonomías atraiga a los aspirantes de otras cercanas sin oferta de empleo público.