La sanidad española suspende en cuidados neonatales

La sanidad española suspende en cuidados neonatales
Una enfermera atiende a un bebé que está en la incubadora. EFE/Archivo

Pese a las múltiples evidencias médicas y científicas de que el contacto de los niños prematuros con sus madres mejora su salud, sólo el 31 % de los hospitales españoles respetan este principio básico de permitir que madres e hijos permanezcan unidos en las unidades de neonatos.

Al restringir el acceso de los padres a estas unidades, los hospitales no sólo comprometen la salud de los recién nacidos y contradicen las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), sino que "desoyen las leyes que garantizan el derecho de los niños a estar con sus padres".

Así se asegura en el informe de "El parto es nuestro", una asociación sin ánimo de lucro, formada por usuarios y profesionales, cuyo objetivo es velar por los derechos de los recién nacidos y mejorar su atención hospitalaria.

Avalada por la evidencia científica, la OMS recomienda que las Unidades Neonatales cumplan tres premisas: permitir el acceso a los padres las 24 horas del día; los cuidados de madre canguro o "piel con piel"; y la lactancia a demanda.

El jefe de sección de Neonatología del Hospital La Paz, Jesús Pérez Rodríguez, se muestra, en declaraciones a Efe, absolutamente convencido de los beneficios de estas prácticas que, asegura, "cada vez van a ir a más" porque "existe un clamor" tanto desde el punto de vista de los padres como desde la propia comunidad médica, que conoce sus beneficios terapéuticos.

Tras analizar la situación de las 256 Unidades Neonatales de los hospitales españoles (públicos y privados), el informe refleja que el 70 % incumple las recomendaciones de la OMS, a las que el Ministerio de Sanidad se ha adherido, y detecta "enormes" diferencias entre comunidades autónomas.

Así, hay cinco regiones (Castilla-La Mancha, Castilla y León, Galicia, Navarra y La Rioja) donde ningún centro cumple con las recomendaciones de la OMS y sólo una, Aragón, donde las acatan las mitad de los centros.

Pérez reconoce que su implantación es complicada tanto por las antiguas instalaciones de muchos hospitales como por la "tradición" de hacer estas unidades "cerradas", extremo en el que coincide la coordinadora de la Unidad de Neonatología de la Fundación Jiménez Díaz, Ana Leal.

Pérez explica que los hospitales de algunos países del norte de Europa van más allá y ya cuentan con habitaciones donde los padres pueden aislarse y estar con su bebé aunque éste necesite cuidados intensivos, esté intubado, enfermo o se le practiquen diversos procedimientos, algo que califica de positivo "para que aprendan a cuidarlos cuando se vayan a casa".

La doctora Leal, en una conversación con Efe, precisa que en muchos hospitales y, en concreto en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, los nuevos paritorios permiten que la mujer dilate, dé a luz y sea atendida por la matrona en las primeras horas tras el parto.

Y todo en el mismo sitio, acompañada de su pareja y en un ambiente íntimo.

"Incluso se seca al bebe y se le pone el gorro sin separarlo de la madre" o se le realizan prácticas como el paso de la sonda y las vacunas necesarias sin sacarlo del paritorio.

El Ministerio de Sanidad, en un documento de 2010, ya señalaba que "el recién nacido ingresado tiene derecho a recibir cuidados maternos o paternos" y que "su desarrollo está ligado a la calidad de la interacción que tendrá con su familia".

A pesar de esta recomendación, el 23 % de las Unidades Neonatales españolas tienen un horario de acceso muy restringido, con casos en los que los padres sólo pueden acompañar a sus bebés durante cinco horas diarias o menos.

Así, de las 256 Unidades de Neonatos, sólo 124 están abiertas las 24 horas (48%), 99 permiten lactancia sin restricción horaria (39%), 154 tiene implementado el cuidado canguro (60 %) y 79 cumplen las tres recomendaciones (31 %).

La restricción del acceso a los padres es mayor en la sanidad privada, ya que el 35 % de los centros que cumplen las tres recomendaciones son públicos frente al 23 % privados.

Por desgracia, según el documento, el sistema sanitario "muchas veces no contempla" que "el par madre-bebé es inseparable" y que, desde el punto de vista médico, es un "grave error" tratarlos de forma independiente.

El propio Ministerio de Sanidad reconoce que la mitad de los centros públicos separan a la madre y al recién nacido y que, en el caso de una cesárea, la separación se hace por norma "a pesar de que el 'piel con piel' tras el parto es una de las principales recomendaciones", insisten los expertos.

Muchos centros sanitarios todavía no han incorporado esta práctica que consiste en que el bebé esté en contacto físico con la madre tanto tiempo como sea posible.

Restringir esta práctica "repercute negativamente en la salud física y mental" de los recién nacidos, dado que el método canguro mejora la estabilidad de sus constantes vitales, favorece la lactancia materna y el desarrollo neuronal y pulmonar, y reduce las infecciones nocosomiales y el dolor del bebé, se asegura en el estudio y corroboran los doctores Leal y Pérez.

Por ello, recomiendan que todos los recién nacidos se beneficien de esa práctica, no sólo los enfermos o prematuros.

A pesar de todos los datos citados anteriormente, en el informe se destaca el "enorme avance" desarrollado por muchos hospitales en los últimos años y el esfuerzo de muchos profesionales que "luchan y se esfuerzan por conseguir instaurar un modelo más humano y respetuoso con el bebé y sus necesidades".

 

 

Macarena Baena

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