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jueves | 25 abril | 2024
Después de casi un año de investigación judicial, la muerte de la monja María Gómez Valbuena, imputada en varios casos de bebés robados en Madrid, frustra muchas de las expectativas de conocer la verdad por parte de las familias afectadas por la desaparición de recién nacidos.
El fallecimiento de “sor María”, de 87 años, única imputada en dos casos que se instruyen en Madrid y acusada en un tercero, se produjo el martes en la capital y la noticia de su defunción fue conocida tras su enterramiento.
Fuentes del convento de las Hijas de la Caridad, confirmaron ayer a Efe el fallecimiento de la religiosa.
De hecho, sor María alegó motivos de salud el día 18 para no comparecer como imputada, a raíz de la denuncia presentada por Purificación Betegón por la presunta desaparición de dos gemelas que alumbró en 1981.
La muerte de sor María acarreará el archivo provisional de las dos causas en las que ella figura como única imputada, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Tras conocer la noticia del fallecimiento de sor María, la madre de las gemelas confesó que rezó para que la religiosa no se muriera, “porque quería verla en los Juzgados”.
María Luisa Torres lamentó la muerte de sor María cuando esperaba “un juicio detrás de otro y que aparecieran todos los niños” desaparecidos.
