Keira Knightley se casó ayer con el músico James Righton y, fiel a su estilo y forma de vida, ambos se dieron el “sí quiero” en una boda sencilla en el Ayuntamiento de Mazan, población de la Provenza francesa, en la que estuvieron acompañados de tan once invitados. Keira eligió para su gran día un sencillo vestido palabra de honor con falda tipo tutú, que combinó con unas bailarinas de color crema y chaqueta de tweed en tonos claros.