Los ingresos y la formación de los padres marcan el deporte que hacen sus hijos

Los ingresos y la formación de los padres marcan el deporte que hacen sus hijos
15 junio 2009 página 5 A Coruña.- Cientos de niños participan en Méndez Núñez la I Xornada de deporte feminino Foto horizontal

Una investigación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y la Universidad de Newcastle (Reino Unido) analizó las causas que podrían explicar que unos niños practiquen menos deporte que otros y, según detectaron, los ingresos familiares y la educación del cabeza de familia son los factores con más peso en esta desigualdad, que se acentúa entre niños y niñas.
En su estudio, publicado en el International Journal for Equity Health, se basó en datos de más de 4.500 niños de 4 a 14 años obtenidos de la Encuesta Nacional de Salud 2011-2012, que mostraban cómo ellas eran más inactivas que ellos. Un 24,2% de las niñas no realizaba ningún ejercicio, al margen de las clases escolares de educación física, frente al 16,8% de los niños.
Esta información la facilitaron sus padres o tutores en las entrevistas de la encuesta, por lo que indagaron en aquellos factores familiares que podían influir en esas diferencias y en otras en un mismo sexo. Así, vieron como los mayores ingresos favorecen que los menores puedan apuntarse a centros deportivos o a actividades extraescolares donde hagan ejercicio. 
No obstante, “hay más diferencias en el comportamiento de las niñas que en el de los niños en función de la renta que tengan sus padres”, destaca Rosa M. Urbanos, profesora del departamento de Economía Aplicada VI de la Universidad Complutense de Madrid y una de las principales autoras del estudio. 
Por su parte, en el caso de los chicos la educación de los padres influye más en la falta de actividad física. Tener un padre o una madre con estudios universitarios disminuye la probabilidad de ser un niño inactivo, puesto que suelen ser más conscientes de los beneficios del deporte en la salud de sus hijos. 
En cuanto al lugar de residencia, vivir en una localidad pequeña (inferior a 10.000 habitantes) no influyó en la actividad física, pero sí la comunidad autónoma. En general, los menores de País Vasco y Madrid eran los que menos probabilidades tenían de ser inactivos, comparados con los residentes en Andalucía. 
Los problemas emocionales también influyeron en la falta de ejercicio, pero solo en las niñas. “Les afecta negativamente tener problemas de tipo emocional, como sentirse infelices, inseguras de sí mismas o nerviosas ante nuevas situaciones. En cambio, ese factor no parece afectar a los niños”, compara Urbanos, quien añadió que las niñas extranjeras son aún más inactivas.

Los ingresos y la formación de los padres marcan el deporte que hacen sus hijos

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