Hungría decide hoy en reféndum si acepta la cuotas de refugiados de la UE

Hungría decide hoy en reféndum si acepta la cuotas de refugiados de la UE

El euroescéptico primer ministro húngaro, Viktor Orban, aguarda los resultados del referéndum que se celebra hoy, y que ha concebido como un instrumento con múltiples usos a su servicio: como una manifestación contra la política migratoria de las instituciones europeas; para debilitar aún más a su oposición y, finalmente y en términos generales, como una declaración indirecta en contra de la influencia de la Unión Europea sobre sus estados miembros.
Todos estos aspectos se encuentran encerrados en una sola cuestión: “¿Quiere usted que la Unión Europea, incluso sin la aprobación del Parlamento húngaro, sea capaz de ordenar el asentamiento obligatorio de ciudadanos no húngaros dentro del país?”. Una pregunta cuya redacción encierra una crítica pasiva contra las competencias de la UE para dictar las políticas de sus estados por encima de los parlamentos nacionales. 
Así, Orban depositó en esta cuestión sus esperanzas para erigirse en el portavoz “de facto” del llamado grupo de Visegrado –que incluye a Polonia, República Checa y Eslovaquia– para que juntos se levanten como una sola voz contra la intervención de la Unión Europea en el desarrollo de sus estados miembros; intervención legitimada por los tratados europeos, y cuya reforma podría solicitar Orban si se ve con fuerza suficiente.
El plebiscito no es, ni mucho menos, una apuesta ciega del primer ministro. Un 76% de la población considera que los refugiados traen consigo un incremento de la amenaza del terrorismo y hasta un 82% están convencidos de que son un lastre para el país, según los resultados de una reciente encuesta del Pew Research Center.
Pero cierto es que la carga que asume Hungría no es tan exagerada como la plantea Orban. Principalmente, porque se trata de un país de tránsito de inmigrantes, más que de estancia definitiva. Y segundo, porque a pesar de tratarse de uno de los países que más peticiones de asilo recibió, el número de solicitudes aprobadas (un 15% de las más de 3.200 decisiones tomadas al respecto) compone uno de los porcentajes más bajos de la UE, según las cifras recogidas por el portal Euronews.
Ello no impidió a Orban cerrar las fronteras del país con alambre de espino y 8.000 policías y militares con orden de repeler cualquier intento de entrada no aprobada por las autoridades, ni lanzar esta calculada iniciativa política en forma de un referéndum en el que su partido Fidesz invirtió mucho tiempo y dinero, a través de una campaña abrasiva a favor de la victoria del “No”, frente a la que la oposición del Partido Socialista y la coalición Democrática.

Hungría decide hoy en reféndum si acepta la cuotas de refugiados de la UE

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