El Gobierno cree que el seguimiento debe continuar “mucho tiempo”

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha afirmó ayer que la Comisión de seguimiento de la enfermedad del ébola “tiene que continuar mucho tiempo” porque sigue preocupando lo que ocurre con los misioneros y voluntarios que trabajan en contacto con el virus del ébola.
En su intervención en la sesión de control del Senado, Sáenz de Santamaría pidió a los grupos políticos que actúen con responsabilidad en esta cuestión y ha subrayado que lo que la sociedad española quiere ahora es que la auxiliar de enfermería Teresa Romero esté bien cuidada.
La vicepresidenta destacó que lo que preocupa en estos momentos es la salud de Teresa Romero y atender a los profesionales sanitarios que la están cuidando, y pidió que no se ponga “en duda” su trabajo.
Sáenz de Santamaría destacó que la comisión creada por el Gobierno para estudiar la evolución del ébola “tiene que continuar mucho tiempo, porque nos tiene que preocupar lo que pasa en África, incluidos los misioneros y los voluntarios que están trabajando aquí, ahora y siempre”. Señaló que la situación creada por el primer contagio por ébola en España es un problema que afecta a varias administraciones públicas y admitió que todos tienen responsabilidades políticas y “el Gobierno el que más”.

protestas
Por otra parte, medio centenar de trabajadores del Hospital Carlos III y representantes sindicales secundó ayer una concentración de “apoyo personal y profesional” a Teresa Romero y en protesta por la gestión de la crisis por las administraciones, en especial por el consejero madrileño de Sanidad, Javier Rodríguez.
Con pitos y cornetas, corearon consignas como “Todos estamos con Teresa”, al tiempo que los coches les apoyaban con pitidos de claxon cuando pasaban frente al hospital, donde siguen apostados numerosos periodistas y unidades móviles y se observa hoy mayor presencia policial.
Por otra parte, el hospital Carlos III contará desde ahora con cuatro esclusas –dos en la planta sexta y dos en la quinta– para que los sanitarios tengan más espacio para cambiar los trajes aislantes, ya que la esclusa donde supuestamente pudo contagiarse Teresa Romero medía solo un metro por un metro.
Las obras de ampliación, casi terminadas, han hecho posible que haya “una esclusa de circuito limpio o otra de circuito sucio”, en cada planta, es decir, una para ponerse el traje y otra para quitárselo, según dijo la secretaria de CCOO en La Paz-Carlos III, Esther Quiñones.
También se está dotando de lo mismo a las Urgencias del Hospital Infantil La Paz, por “si hubiera que tener a algún niño en observación, pero en caso de dar positivo se tendría que ir al Carlos III”, añadió la representante de CCOO en la Junta de Personal del hospital.