Fallece a los 80 años Alfredo Landa, un actor versátil que dio nombre a un estilo

Alfredo Landa falleció ayer en Madrid, a los 80 años, en silencio y sin armar ruido. Nada que ver con sus declaraciones explosivas, su hablar fuerte y un carácter que le llevaba a decir lo que quería en cada momento sin importarle las consecuencias.

Fuera de la vida pública desde 2008 y con un precario estado de salud sobre el que mucho se especuló, Landa estaba internado en una residencia y hoy será incinerado en el tanatorio de Colmenar Viejo.

Poco más ha trascendido sobre la muerte de uno de los grandes nombres del cine español. Su familia no quiso ofrecer más detalles y ha preferido permanecer apartada de los focos en este momento. Sus amigos han respetado ese deseo y tampoco dieron más detalles de cómo y dónde falleció un actor cuya trayectoria conforma por sí sola gran parte de la historia del cine español.

Parte de sus películas fueron comedias de tono frívolo –que dieron pie al término “landismo”, es decir el hombre prototipo de la España el destape, fanfarrón y reprimido–, pero también personajes memorables, como Paco “El Bajo”, en los “Santos inocentes”, cuya interpretación le valió un premio al mejor actor ex aequo con Paco Rabal en Cannes.

Una trayectoria en la que coincidió con gran parte de los profesionales del cine, algunos de los cuales se mostraron desolados por su desaparición.

Es el caso de Concha Velasco, que tras enterarse de la noticia “no para de llorar” y no se encuentra en condiciones de atender a los medios.

Con un “se ha muerto mi hermano” reaccionó José Sacristán, para quien Landa era “el primero siempre en todo”, el “más firme” en sus convicciones y de una “rotundidad aplastante”.

“Me llamó su hijo Alfredo para decirme que había fallecido y solo pude aguantar las lágrimas”, dijo el actor.

Igualmente entristecida se mostraba Concha Cuetos, con quien trabajó en varias ocasiones. “Tengo mi paraíso frente al mar, en Marbella, encima de su casa, porque él se empeñó”, explicaba la actriz. “Ha sido el gesto de amor más importante que alguien ha hecho por mí”.

La directora Gracia Querejeta destacó la “enorme versatilidad” de Landa; Beatriz Carvajal el hecho de que trabajar con él era un “continuo aprendizaje”; Gerardo Vera, que fue “el iceberg de una generación de grandes” y el historiador cinematográfico Diego Galán que era “muy leal” y jamás se arrepintió de las películas de la época del landismo.