España debe evitar la cultura que acepta la corrupción, afirma Santiago Segura

España debe evitar la cultura que acepta la corrupción, afirma Santiago Segura
El actor y director de cine español Santiago Segura habla durante una entrevista hoy, viernes 31 de octubre de 2014, en el Centro Cultural España de Montevideo (Uruguay). EFE

 Reirse de la picaresca, la corrupción y la crisis "está muy bien", pero España no puede hacer de eso una "cultura que se encoja de hombros y piense que está bien y es inevitable", afirmó hoy Santiago Segura, creador del mezquino y despreciable personaje cinematográfico de Torrente.

En una entrevista con Efe en Montevideo a donde acudió a presentar la quinta entrega de la saga de su popular antihéroe, Segura (Madrid, 1965), reconoció que España es un país con mucho "sentido del humor y que sabe reirse de sí mismo", pero que no puede caer en la trampa en un contexto como el actual, donde la corrupción y la negligencia política son moneda corriente en la vida política del país, de pensar que esos son cosas "inevitables".

"A los españoles les hace gracia Torrente porque la crítica y la sátira, todo eso está a flor de piel. Cada vez que pasa una movida, como la mala gestión del ébola, aparecen 500 chistes que son fantásticos e hilarantes, y se los curran gente anónima. Por eso se ve el humor de Torrente como algo normal", indicó el cineasta.

Sin embargo, dadas las "terribles" noticias que se dan en el país europeo sobre casos de corrupción e inoperancia política, que hace que uno "se ría para no llorar", hay que evitar tomarse esos asuntos "a broma".

"Hay que tomar cartas en el asunto e intentar en la medida de lo posible pararlo. Mi miedo es que se normalice el latrocinio y el robo en las altas esferas y que se haga sentir a la gente de a pie que cumple su función como unos tontos o gilipollas. Pero no, somos normales, lo estamos haciendo bien. Son los corruptos los que lo están haciendo mal. Son unos chorizos e hijos de puta, que no se olvide", indicó.

En ese sentido, Segura apuntó que su personaje Torrente, cuyas películas constituyen la saga más vista en la cinematografía de su país y que representa a un ex policía miserable, zafio, sucio y misógino, puede generar simpatías "porque le salen las cosas mal y no tiene poder ni dinero y es un paria".

"Es verdad que todo lo que me produce asco, indignación, repulsión o tal lo vuelco allí, porque tiene mucho de ejercicio de catarsis o exorcismo. Torrente es muy liberador de alguna forma. Y es un ser mezquino que hace gracia porque no es real, como míster Bean", apuntó.

Así, el director y actor llegó a reconocer que en un momento pensó en hacer un guión de cine para un posible "Torrente presidente", algo que no llegó a convertirse en una película porque "era muy melodramática y en ella no sabía cuanto había de comedia y cuanto de terror".

En cuanto a "Torrente 5: Operación Eurovegas", la idea de su creador es que sea la "última" de todas, más que nada porque "quedó muy bien" y le interesaba dejar "la saga en alto", si bien no descartó hacer más en el futuro porque "la gente ya me las está pidiendo".

"Esto es como si le haces el amor a tu novia y te piden otra, otra, otra...Es bonito que la gente quiera que hagas una película con este personaje, yo me lo plantearé. Pero me gustaría que fuera la última, porque quedó redonda. Creo que Torrente puede descansar en paz", culminó.

España debe evitar la cultura que acepta la corrupción, afirma Santiago Segura

Te puede interesar