El Museo Carmen Thyssen de Málaga recorre siete siglos de arte religioso

El Museo Carmen Thyssen de Málaga recorre siete siglos de arte religioso
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 El Museo Carmen Thyssen de Málaga recorre siete siglos de arte religioso en la nueva exposición temporal que ha inaugurado hoy, con una docena de obras fechadas entre 1326 y 1902, entre las que se pueden contemplar piezas de autores como Simone Martini, Van Dyck o Gauguin.

"Fe y fervor en la colección Carmen Thyssen", que permanecerá instalada hasta el 30 de junio, sirve además para estrenar un nuevo espacio expositivo del Palacio de Villalón -sede del Museo-, la denominada Sala Noble, que tiene en sus techos los artesonados de madera más valiosos de este inmueble del siglo XVI junto a los de su escalera principal.

La selección de obras arranca cronológicamente con el "San Pedro" pintado en 1326 por Simone Martini, "un autor que tomó influencias del gótico internacional" y que realizó un políptico que se fue disgregando y del que formaba parte esta pieza, ha explicado hoy en rueda de prensa la directora artística del Museo Carmen Thyssen y comisaria de la exposición, Lourdes Moreno.

Se trata de una pieza prestada por el Museo Thyssen de Madrid, que la expone habitualmente en su zona de maestros antiguos, y que es "muy delicada, con un marco del mismo momento en que se realizó".

Otra pieza relevante es el tapiz de Rubinetto di Francia "Llanto sobre el cuerpo de Cristo muerto" (1474-1475), que le fue encargado por los duques de Ferrara, a los que retrató en la obra, y que tiene la "singularidad" de que Italia no fue un país con gran tradición en esta técnica como los Países Bajos o Italia.

Moreno ha resaltado también una Virgen anónima realizada en Siena hacia 1360 y que "tiene que ver con la tradición de la orfebrería italiana en su recogimiento y su posición".

Van Dyck creó su "Cristo en la cruz" (1627) después de una estancia en Italia de varios años en la que realizó más de trescientas obras, y al ser llamado de nuevo a Amberes por el fallecimiento de su hermana Cornelia.

"Vivió un momento de sentimiento místico y de profundo sentir religioso y realizó una serie de Cristos crucificados como éste, con una pincelada rápida y ágil, en el momento del último hálito de vida", ha apuntado la comisaria.

De Gauguin se puede contemplar el boceto para "El Cristo amarillo" (1889), en el que se inspiraría para obras posteriores, y que bosquejó a partir de una talla del siglo XVII "cuando se encontraba en la Bretaña francesa buscando un lugar de inspiración apartado de la sociedad".

"La Anunciación" (1890), de Emile Bernard, destaca por su "llamarada de color y el importante protagonismo de la línea y de la curva, cercano al 'art nouveau'", y el recorrido cronológico concluye con "La procesión de las siete palabras" (1902) de Gonzalo Bilbao, "sobre la forma de entender la Semana Santa en el sur".

La baronesa Carmen Thyssen-Bornemisza ha asegurado que la exposición se ha hecho "con fervor", como indica el título, y ha confesado que se siente especialmente vinculada sentimentalmente a la obra de Van Dyck.

"Perteneció al padre de mi marido, pero no respetaron la herencia y las hermanas, junto a sus maridos, lo vendieron. Lo recuperamos juntos en una subasta internacional", ha relatado la baronesa.

También ha avanzado que esta Sala Noble se seguirá utilizando para exposiciones temporales "de contexto, reducidas de tamaño pero muy fuertes", y que la próxima podría tener el cuadro "El molino de Gennep", de Van Gogh, y otras obras relacionadas.

El Museo Carmen Thyssen de Málaga recorre siete siglos de arte religioso

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