El jurado declara a José Bretón culpable de la muerte de sus hijos

El jurado declara  a José Bretón culpable de la muerte de sus hijos
josé bretón y ruth ortiz escuchan en la sala la lectura del veredicto del jurado efe

Un jurado popular declaró ayer por unanimidad a José Bretón culpable de la muerte de sus dos hijos, Ruth y José, de 6 y 2 años, el 8 de octubre del 2011 en Córdoba por venganza hacia su exmujer Ruth Ortiz, cuando le comunicó su intención de separarse.
El jurado, compuesto por siete mujeres y dos hombres, considera probado que en septiembre del 2011, cuando Ruth Ortiz le comunicó su intención de separarse y quedarse a vivir con sus hijos en Huelva, Bretón “concibió la idea de dar muerte a los niños como venganza” y decidió que “el lugar más adecuado” para ello sería la finca familiar de “Las Quemadillas” aprovechando el fin de semana que estaría con ellos.

tranquilizantes
Ha considerado probado que compró unos tranquilizantes, que un médico le había recetado con anterioridad, con los que poder “adormecer e incluso matar a sus hijos con toda facilidad”, y que con la intención de hacer desaparecer los cuerpos hizo acopio de leña en la finca y adquirió grandes cantidades de combustible.
También considera probado que, como “coartada para la desaparición física de sus hijos”, Bretón decidió “fingir” que se le habían perdido en un parque e hizo una “especie de experimento” con sus sobrinos dos días antes del suceso.
El jurado relata en su veredicto que Bretón recogió a sus hijos en Huelva y marchó con ellos a Córdoba, estuvieron en casa de los padres y de su hermana, y dejó en la finca el combustible comprado.
Para dar mejor cobertura a la “simulación del extravío” de sus hijos, se considera probado que Bretón propuso a sus hermanos acudir en la tarde del suceso a la “Ciudad de los Niños” y le dijo a su madre que no comerían en casa ya que habían quedado con unos amigos.

en el trayecto
Al salir de la casa de sus padres, se dirigió a la finca y suministró a los niños, durante el trayecto o al llegar a la parcela, un número indeterminado de pastillas tranquilizantes para “facilitar su adormecimiento total y/o su muerte”.
Una vez llegaron a la finca, sobre las 13.48 horas, Bretón telefoneó de nuevo a su esposa sin que lograra comunicar con ella, por lo que decidió “seguir con su propósito criminal”.
El jurado considera probado que acto seguido, Bretón preparó una “especie de pira funeraria”, “colocó los cuerpos de sus hijos” y prendió una hoguera que avivó gracias al uso de leña y gasóleo.
La hoguera alcanzó unas temperaturas de hasta 1.200 grados, logrando un efecto similar a un horno crematorio, de tal forma que las partes blandas de los cuerpos de los niños desaparecieron rápidamente y quedaron solo unos restos óseos, y Bretón permaneció junto a al fuego avivándolo hasta que estos se carbonizaron.
Después, Bretón condujo hasta el entorno del parque “Ciudad de los Niños”, intercambió mensajes telefónicos con su hermano para hacerle creer que ya estaba allí y, cuando consideró que había transcurrido un tiempo suficiente para hacer creíble la “ficticia desaparición de los menores” y alertó de la desaparición de los pequeños.
Finalmente, el jurado considera probado que los restos óseos analizados por todos los peritos y forenses pertenecen a dos niños de 2 y 6 años, por lo que puede concluirse que “racionalmente” proceden de los “cuerpos sin vida de Ruth y José Bretón”.
Por todo ello, la fiscal se mantuvo en la petición de cuarenta años de prisión para Bretón, solicitud a la que se sumó la acusación particular, que también pidió que se entreguen los restos a la familia materna, mientras que la defensa pidió la total absolución y adelantó que interpondrá “todos los recursos” a los que tiene derecho.

El jurado declara a José Bretón culpable de la muerte de sus hijos

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