El Día del Libro refleja la caída en la facturación y las previsiones de cierre

El Día del Libro refleja la caída en la facturación y las previsiones de cierre
Gonzalo, dueño de 'Tipos Infames', ubicada en la madrileña calle de San Joaquín, prepara pedidos online en su librería, que se ha sumado a la iniciativa 'Apoya a tu librería', alojada en la web 'Todos tus libros', de CEG

La crisis sanitaria, social y económica que deja tras de sí el Covid-19 cuenta con una especial repercusión en el pequeño comercio y en los establecimientos de barrio. Este Día Internacional del Libro, celebrado ayer, pone el foco en las librerías, en una jornada marcada tradicionalmente por la proximidad, decenas de actividades y la promoción de la lectura hacia los vecinos, pero que se ha visto obligada a otras alternativas ante la eliminación de la presencialidad.

El “no día del Libro”, ironiza Pilar Rodríguez, presidenta de la Federación de Librarías de Galicia. Sobre todo, incide en las implicaciones que tiene para los establecimientos de barrio la pérdida de una jornada tan consolidada y en la que la figura del librero se sitúa en el centro, como vínculo entre los vecinos y la cultura.

Las librerías afrontan un escenario difícil por las pérdidas y la reducción de la facturación, según alerta un informe del Observatorio da Cultura Galega, dado a conocer ayer y que cuenta con la participación de la propia federación, la Asociación Galega de Editoras y la Asociación de Escritores en Lingua Galega.

 

El Instituto Cervantes

El sector prevé una reducción de la facturación de más del 30%. El ámbito más afectado, el de las artes gráficas e impresión comercial. Las librerías, por su parte, calculan que los cierres afectarán “como mínimo a un 10% de estos establecimientos”. Por su parte, el Instituto Cervantes estima que podría perder 28 millones de euros de ingresos este año debido a la pandemia del coronavirus después de que se hayan suspendido las clases y actividades en la casi totalidad de sus centros, que se prevé que recuperen la normalidad a partir de otoño.

El director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, trasladó esta estimación a los reyes en la videoconferencia que mantuvieron con motivo de la celebración del Día del Libro. La jornada de ayer estuvo repleta de homenajes virtuales al Premio Cervantes 2019, lecturas del Quijote por internet y miles de mensajes de escritores o ciudadanos que inundaron las redes en un Día del Libro diferente, en el que se reivindicaron las librerías, cerradas por el coronavirus, con versos como el del galardonado Joan Margarit: “La libertad es una librería”.

En Barcelona, donde la tradición de Sant Jordi es uno de  los días más señalados del año, la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, animó ayer a llenar los balcones y ventanas de rosas hechas en casa y a releer los libros favoritos, en una Diada de Sant Jordi insólita marcada por el confinamiento por la crisis del coronavirus. En un apunte en Twitter, Colau aseguró que el 23 de abril es un día mágico para Barcelona, y animó a la ciudadanía a cuidarse y a leer desde casa.

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