El Día del Libro más “cervantino” premia a Del Paso en una emotiva ceremonia

El escritor mexicano Fernando del Paso recibió ayer en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares el Premio Cervantes en una breve ceremonia de apenas una hora de duración y una de las más emotivas de los últimos años, en la que tampoco faltó el humor.
Superando aún las secuelas de dos infartos cerebrales, Del Paso acudió al acto en silla de ruedas, puntual a su cita con el premio. El autor de “Palinuro de México” lo hizo con sus habituales gafas de sol –que luego se quitó– y una llamativa corbata con los colores de la bandera de España “muy cerca del corazón”, como confesó después en su discurso. La mujer del autor, Socorro Gordillo, explicó que su marido tuvo la intención de llevar la prenda “desde el primer día” que conoció que había recibido el galardón, si bien “costó mucho” encontrarla. Finalmente, fue uno de sus hijos el que consiguió la corbata en Estados Unidos.
Precisamente, Gordillo fue protagonista en algunos momentos del discurso de su marido, ya que llegó a pedirle perdón “en público” por si alguna vez le había “hecho daño”. Asimismo, el rey, antes de empezar su discurso, bromeó con la deuda con su mujer para darle la mitad del premio. 
Por su parte, la reina Letizia explicó a los periodistas que se repite el ejemplo de que detrás de un gran creador, hay una mujer fuerte detrás. En el evento, los reyes mantuvieron una larga conversación con el líder socialista, Pedro Sánchez, mientras que el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, se comunicó con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, que protagonizó uno de los actos conmemorativos de Cervantes leyendo “El Quijote” en un fin de semana donde las ferias, los recitales y lecturas se repitieron por todo el país.