Detenido un hombre en Requena tras atrincherarse con su expareja

Agentes de la Guardia Civil detuvieron ayer en Requena (Valencia) a un hombre que se había saltado la orden de alejamiento sobre su expareja y atrincherado, armado, en la vivienda donde reside la mujer, que quedó finalmente liberada e ilesa.
El dispositivo policial para reducir al sospechoso se activó después de que, sobre las 10 horas de la mañana, una vecina de la calle de la Vendimia, donde sucedieron los hechos, haya avisado a las autoridades de que un hombre estaba “amenazando a una mujer”, según indicó el jefe de la Policía Local de Requena, José Ramón García. Esta vecina escuchó “gritos” y “amenazas de muerte” del supuesto agresor, de unos treinta años y nacionalidad española, hacia su expareja, una chica también española y de unos treinta, años vecina de Requena con la que, según fuentes municipales, no tenía hijos y le había denunciado por malos tratos.
Al lugar de los hechos, en el número 14 de la calle de la Vendimia, en el centro de la población, se desplazaron agentes de la Policía Local y la Guardia Civil, que constataron que el hombre, al parecer armado, se había atrincherado con su exnovia. Reclamaron la intervención del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) de la Guardia Civil.

Poco después, un dispositivo compuesto por más de una decena de agentes acordonaron el entorno del domicilio, en cuyas proximidades se agolparon curiosos y familiares de la chica. Según apuntaron fuentes de la investigación, se inició una negociación con el ahora detenido, que no es vecino de Requena, y que llevaba implantada una pulsera telemática que controla a supuestos agresores y avisa a las víctimas, aunque antes de acudir a casa de su excompañera habría logrado quitársela. Durante la negociación se vivieron momentos de tensión, dado que varios vecinos habían visto a través de un balcón al sospechoso en el interior de la vivienda “con un cuchillo y amenazando a la mujer” y no sabían “qué podía pasar”, según relataron.
Además, en un primer momento se desconocía si el asaltante, que había roto una ventana y arrojado a la calle a través de ella objetos contundentes, portaba armas de fuego. Finalmente, un agente de la Guardia Civil vestido de médico entró en el interior del domicilio y logró detenerlo cuando se había recluido a solas en una dependencia de la casa.