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viernes | 19 abril | 2024
Un hombre de 53 años fue detenido por la policía alemana como sospechoso de haber envenenado tarros de comida para bebés y de haber amenazado con contaminar más productos, si no recibía millones de euros a cambio..
En rueda de prensa conjunta, responsables de la Policía de Constanza y de la Fiscalía de Ravensburg (suroeste del país) confirmaron ayer que las sospechas sobre el hombre se reforzaron con análisis de ADN y de pruebas recogidas en su domicilio.
Solitario y excéntrico
En la casa del detenido, un alemán que presentó en el pasado problemas psicológicos y al que calificaron de “solitario” y “excéntrico”, se hallaron restos de etilenglicol, el compuesto químico incoloro y ligeramente dulce que se utilizó para contaminar los diversos tarros de comida infantil.
Se llegó al hombre gracias a las pistas facilitadas por los ciudadanos, después de que las autoridades hicieran público el pasado jueves el chantaje a los supermercados y difundieran la imagen que habían captado del sospechoso las cámaras de seguridad de una tienda de alimentación de Friedrichshafen.
Tras activarse la alerta, alrededor de 2.000 personas se pusieron en contacto con la policía, que había advertido de la gravedad del caso y había señalado que se tomaba la amenaza “muy en serio”.
Más de 300 pistas analizadas
La policía analizó alrededor de 300 pistas y acabó deteniendo al sospechoso a primera hora de la tarde local de ayer, cerca de la ciudad de Tubinga, localidad situada al suroeste del país
El hombre guarda silencio ante los investigadores y la Fiscalía alemana solicitó para él una orden de prisión provisional bajo la acusación de intento de extorsión, a la espera de comprobar si debe ser también inculpado de intento de asesinato.
El presunto extorsionador envió mensajes de chantaje a las principales cadenas de supermercados y droguerías alemanas en los que advertía de que, si no se le pagaban varios millones de euros, colocaría en filiales de todo el país productos envenenados.
Para demostrar la seriedad de su amenaza repartió cinco botes de comida de bebés contaminados en tiendas de la ciudad de Friedrichshafen (suroeste) e indicó dónde lo había hecho, por lo que la policía pudo retirarlos de la circulación inmediatamente.
