CSIF cree que se presionó a la auxiliar en su declaración estando enferma

CSIF cree que se presionó a la auxiliar en su declaración estando enferma
La portavoz del CSIF, Elena Moral (c), acompañada de los responsables del sindicato África Diez (d) y Manuel Torres (i), durante la rueda de prensa que han ofrecido esta tarde en Madrid para informar de la situación en el Hospital Car

Responsables de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) han denunciado hoy que la auxiliar de enfermería Teresa Romero, infectada por ébola, pudo ser presionada en la declaración sobre cómo se contagio y han puesto en duda que el médico que lo contó estuviera autorizado para ello.

En rueda de prensa, Manuel Torres y África Díaz, delegados del CSIF en el Hospital Carlos III, han dudado también de que sea definitiva la causa del contagio y han criticado que fuera interrogada en su habitación, estando enferma.

Díaz ha comentado que, sin querer acusar a Germán Ramírez, el médico de Medicina Interna del hospital La Paz que ayer transmitió a la prensa que la enferma le había dicho que pudo contagiarse al tocarse la cara con unos guantes, mandos médicos del Hospital de La Paz han transmitido a CSIF que no estaba autorizado "realmente" a hacerlo.

Se va a investigar el hecho a través de la Comisión de Alerta que se ha creado en La Paz, ha comentado.

"Las palabras fueron: pudiera ser que me tocara la cara", según África Díaz, que ha resaltado que si la paciente estaba con fiebre y sin estar bien no era "el momento mejor" para tomarle esa declaración.

La portavoz del CSIF, Elena Moral, ha afirmado que aunque son conscientes de que la Administración quiere saber dónde se ha cometido el fallo, "ningún profesional puede hablar en nombre del paciente sin su consentimiento" y menos "en las circunstancias" del estado de salud de la enferma.

"El momento es curar a Teresa, no buscar el porqué en esa habitación" y no transmitir una conversación que no estaba autorizado", según Moral, que ha añadido que la enferma en ningún momento dijo estar segura "al cien por cien" de ese error.

"Teresa no estaba en condiciones de hacer ningún tipo de declaración", han recalcado.

El doctor Ramírez ayer dijo a la prensa que relataba la conversación sobre el posible contacto en la cara porque la paciente se lo había permitido.

Por otra parte, el enfermero Manuel Torres, que está tratando a la paciente y que trabajó con ella en la atención a los religiosos repatriados fallecidos por el virus del ébola, ha explicado que, además de los profesionales médicos, está siendo atendida, al igual que al resto de ingresados, por 3 enfermeros y 4 auxiliares, todos ellos voluntarios.

Sin embargo, a cada uno de los religiosos les atendieron 6 enfermeros y 6 auxiliares.

Y ha comentado que mientras ayer cuidaba a la paciente un solo médico, esta mañana había cinco médicos, entre ellos intensivistas, de medicina preventiva e internistas.

La portavoz de CSIF ha leído un manifiesto en el que muestran la solidaridad con su compañera, piden que se baje "el alarmismo", se reduzca la presión de los medios sobre los profesionales sanitarios y no se haga caso a los bulos que circulan por las redes sociales.

En el documento también se cuenta que delegados de CSIF se han personado ante la Inspección de Trabajo y Seguridad Social para que investigue si las actuaciones y el protocolo han sido los "idóneos" para garantizar la protección de los profesionales y de las habitaciones en las que trabajan.

De hecho, según CSIF, los boxes donde se cambiaban de traje miden solo un metro por un metro.

Han añadido que han solicitado atención psicológica para los sanitarios y que muchos -no han determinado el número- ya la están recibiendo.

CSIF cree que se presionó a la auxiliar en su declaración estando enferma

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