Un crítico gastronómico advierte sobre la "invasión" de "tapas congeladas" en los bares

  El crítico gastronómico y exprofesor de la Universidad de Almería Antonio Zapata ha advertido sobre la invasión de tapas congeladas en bares y establecimientos del sector de la restauración y ha incidido en la necesidad de que estos locales informen expresamente de si el producto es fresco o congelado.

En declaraciones a Efe durante la inauguración del Curso de Tapas Creativas de la Escuela Superior de Hostelería y Turismo de Almería, Zapata ha dicho que "la competencia real que hay ahora mismo no es entre una tapa tradicional y una tapa creativa, sino en la tapa hecha en casa, sea tradicional o moderna, o las que se compran congeladas".

El crítico ha asegurado que este último tipo de tapas "está invadiendo el mercado. Y esto al público debería de decírselo" porque, por ejemplo, "una ración de calamares, si son frescos o congelados porque no valen lo mismo", igual que sucede respecto a "un jamón ibérico y otro que no lo es".

"Sea lo que sea, sea una fabada, o en Almería unos gurullos, o sea una tapa muy elaborada; si está hecha en casa debe ser de verdad" ha defendido el crítico.

En cuanto al motivo por el que se da esta proliferación de "tapas congeladas", Zapata lo tiene claro: se extienden porque "es más barato comprarlas hechas congeladas, requiere menos instalaciones en la cocina y no requiere mucha preparación. Para abrir latas y sobres y meter una cosa en el microondas no hace falta muchos tipos de cursillos, desde luego".

Zapata ha tomado parte en las dos primeras sesiones del Curso de Tapas Creativas', junto con el chef Pedro Berrogui, en el que hizo un recorrido por la evolución de la tapa.

"La tapa más antigua, que debe de ser de siglos, es tomarse una rodaja de chorizo, una cacho de queso, lo que sea. Pero eso ni siquiera es patrimonio exclusivo de España, en todos sitios se come algo. La tapa no es solamente el tipo de cosa que comes sino cómo", ha apuntado Zapata.

Para el crítico, el rito de la tapa se basa en "una barra de un bar, en estar de pie tomándose una caña" algo que, según él, "en muchos sitios de España no se ha hecho nunca, se está haciendo ahora, pero hasta hace quince o veinte años un catalán no se ponía a comer de pie. Se tomaba el vermú, se pedía a lo mejor una cazuelita, que se pagaba aparte, pero nunca de pie".

Por ello, Zapata ha insistido en el que "el hecho de relacionarse con gente, que luego vas además tomando pequeñas tapas, que a lo mejor luego no son tan pequeñas, ése es el hecho de lo que marca el rito de la tapa, no sólo la forma de comer".

Zapata ha dicho que el origen de las actuales tapas podría estar en los años cuartena en la posguerra, cuando empieza a hacerse en San Sebastián la 'Gilda', llamada así por la película de Rita Hayworth, "un simple palillo de dientes donde va pinchada una aceituna, una anchoa y un par de guindillas de esas pequeñitas que no pican".