El coruñés al que rescataron ensalza el heroísmo de los guardias civiles

El coruñés al que rescataron ensalza el heroísmo de los guardias civiles
GRA245. LEÓN, 25/08/2014.- Varios Guardias Civiles trasladan el féretro de uno de los tres efectivos del GREIM que fallecieron al estrellarse su helicóptero en una maniobra de rescate en Pico Polinosa, durante el funeral que se ha ofi

Damián Ramos, el deportista coruñés al que acudieron a rescatar los tres guardias civiles fallecidos, aseguró ayer en declaraciones que recoge leonoticias.com que uno de los agentes “me salvó la vida en una décima de segundo, vimos cómo un aspa golpeaba la roca y tiró de mi hacia atrás. Esa acción me salvó la vida”
Ramos, que convalece de la operación de su lesión en el tobillo, aseguró también que no se le borrarán de la cabeza las imágenes de una mañana “en la que murieron unos héroes”.
“Aún estoy digiriendo todo lo que ha pasado, no es sencillo, pero con el apoyo de la familia y los amigos es más fácil”, aseguró y reconoció que “no hay palabras para agradecer a la guardia Civil lo que han hecho. Tengo una gratitud eterna a la Guardia Civil, porque realmente no somos conscientes de lo mucho que arriesgan y de lo poco que se valora. Siempre están ahí, siempre nos ayudan, ellos hacen que nunca estemos solos. Son unos héroes”, indicó.
Centenares de personas dieron ayer el último adiós con lágrimas y aplausos al sargento Emilio Pérez Peláez, al teniente Marco Antonio Benito y el guardia José Martínez Conejo, los tres guardias civiles fallecidos ayer al estrellarse su helicóptero durante la intervención de rescate en Pico Polinosa.
La palabra “héroes” fue la más repetida en los corrillos de los agentes de la Guardia Civil previos a la celebración del funeral, que acogió una abarrotada catedral de León y que ofició el obispo castrense, Juan del Río, junto con los obispos de León, Julián López, y de Astorga, Camilo Lorenzo, ante la presencia de cientos de leoneses en el exterior del templo.
A las cinco menos diez de la tarde llegó a la plaza de la catedral el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, acompañado por el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa; el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, y el delegado del Gobierno, Ramiro Ruiz Medrano.
Minutos después, con los agentes de la Guardia Civil formados en la plaza leonesa, hicieron acto de presencia familiares de los tres fallecidos, asistidos por psicólogos de la Junta, ante la ovación cerrada del numeroso público que se había congregado para despedir a los agentes.
Posteriormente, escoltados por varias patrullas del Cuerpo Nacional de Policía y la Policía Local, llegaron al lugar los vehículos con los tres féretros de los agentes, también entre aplausos, que fueron portados a hombros por guardias civiles hasta el centro de la plaza, mientras la banda de música interpretaba la marcha fúnebre.

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