11º-16º
martes | 14 mayo | 2024
El asesino de Marta del Castillo, Miguel Carcaño, abandonó ayer entre gritos de “asesino” el Hospital Miguel de Servet de Zaragoza, donde fue sometido al denominado “test de la verdad”, una prueba que se le practicó con el fin de hallar a su víctima.
Una gran pancarta que ponía “Carcaño asesino” fue exhibida por un grupo de jóvenes que se agruparon a las puertas del centro hospitalario para ver llegar y salir al asesino de Marta del Castillo, al que increparon con un insultos y al grito de muerte.
El joven llegó al centro hospitalario las 16.15 de la tarde y lo abandonó a las 18.30 horas.
Carcaño, que se sometió al test de forma voluntaria, fue trasladado al hospital zaragozano en un furgón de la Guardia Civil desde el centro penitenciario de Zuera (Zaragoza), en el que se encontraba desde el pasado martes cuando llegó procedente de la cárcel de Herrera de la Mancha (Ciudad Real), en la que cumple 21 años de condena por este asesinato.
La llegada de Carcaño al centro sanitario, al que accedió con la cara descubierta, despertó gran expectación entre los medios de comunicación que se concentraron a las puertas del hospital.
Antes de comenzar la prueba, el médico que se la practicó, José Ramón Valdizán, explicó que la duración de la prueba dependía de la colaboración de Carcaño, aunque calculaba que podría demorarse en torno a hora y media.
Al cierre de esta edición no habían trascendido datos de la prueba, teniendo en cuenta que, según explicó el médico, una vez concluida la prueba tienen que analizar el resultado de los estímulos que tuvo el cerebro de Carcaño ante la serie de imágenes y frases que le mostraron
Carcaño, se mostró en todo momento “colaborador” ante el “test de la verdad” que le hizo Valdezán, quien está “absolutamente convencido” de que esta prueba cerebral ayudará a la investigación.
