Uno de cada cuatro españoles ha sido víctima de una “ciberamenaza”

El 39% de los españoles reconoce estar preocupado por la ciberseguridad y el 27% (algo más de uno de cada cuatro) llega a asegurar haber sufrido alguna ciberamenaza en los últimos meses, como recoge el índice de ciberseguridad para la segunda mitad de 2016, elaborado por la compañía de seguridad Kasperkly.

Este Índice tiene como base una encuesta digital realizada a usuarios de internet en todo el mundo con carácter semestral. En la segunda mitad de 2016, participaron en ella 17.377 personas de 28 países diferentes.

En los datos relativos a España, el 61% de los usuarios encuestados afirma que no cree poder llegar a ser objetivo para los cibercriminales, mientras el 38% de los usuarios españoles no cuenta con soluciones de protección en todos los dispositivos conectados. Si bien el índice muestra un crecimiento en el número de usuarios españoles preocupado por la ciberseguridad (del 28% al 39%), así como el de usuarios protegidos, (del 60% al 62%), el 27% de los entrevistados reconoce haber sido víctima de alguna ciberamenaza en los últimos meses
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El informe de Kaspersky desglosa también los ciberataques por tipo de amenaza. El número de usuarios españoles víctimas de ‘malware’ cae del 19% al 18%.

“Ransomware”
El porcentaje de personas afectadas por otros tipos de amenazas se incrementó en los últimos meses, ya que el número de usuarios afectados por “ransomware” pasó del 4 al 5%; las cuentas pirateadas del 5 al 6%; los dispositivos hackeados del 2 al 4%; y los datos filtrados del 2 al 3%.

A nivel mundial, los costes de eliminar las consecuencias de una infección descendieron, según el informe, de 121 dólares a 92. El coste en España en esta segunda mitad ha sido de 85 dólares. No obstante, según Kaspersky, el número de víctimas en la segunda mitad del 2016 se redujo a la vez que se incrementaba la responsabilidad de los usuarios por su propia seguridad.

El fraude del CEO
En este sentido, la Policía Nacional difundió ayer alerta con el objetivo de ayudar a las empresas de nuestro país a evitar ser víctimas del “fraude del CEO”. Esta estafa consiste en la suplantación de la identidad de altos directivos para conseguir transferencias por parte de los empleados encargados de las cuestiones bancarias.

Estos cibercriminales envían correos electrónicos, suplantando la identidad de un directivo, a los empleados responsables de las transferencias y las cuentas bancarias en la que les hacen partícipes de una situación de emergencia que exige una actuación rápida, confidencial y fuera de los cauces habituales. Así, consiguen que se realicen transferencias a cuentas controladas por ellos o por mulas preparadas al efecto. Para ello, clonan los correos electrónicos mediante phishing.