Benedicto XVI dedica a los refugiados el tradional mensaje de Navidad

Benedicto XVI dedica a los refugiados el tradional mensaje de Navidad
el papa saluda a las miles de personas congregadas en la plaza de san pedro efe

Benedicto XVI aseguró ayer que el nacimiento de Cristo es una “brote de vida nueva” para la humanidad y que, aunque el poder que tiene el hombre para cerrarse a Dios “da miedo”, su venida al mundo aleja ese pensamiento “tenebroso” y supone la esperanza que vence al miedo.

Ante varias decenas de miles de personas reunidas en la plaza de San Pedro del Vaticano, el Pontífice pronunció el tradicional mensaje de Navidad, en el que repasó la situación en el mundo y pidió que cese la violencia en Siria y ayuda para los refugiados.

El  Pontífice repasa en su discurso
los principales conflictos del mundo

Benedicto XVI afirmó que Siria está “profundamente herida” por un conflicto que no respeta ni siquiera a los enfermos y se cobra víctimas inocentes”.

“Una vez más hago un llamamiento para que cese el derramamiento de sangre, se faciliten las ayudas a los refugiados y a los desplazados y a través del diálogo se alcance una solución política al conflicto”, afirmó.

El Pontífice también hizo votos para que en los países del norte de África, especialmente Egipto, que atraviesan –dijo– una profunda transición en la búsqueda de un nuevo futuro, los ciudadanos construyan juntos sociedades basadas en la justicia, el respeto de la libertad y la dignidad de cada persona.

En su repaso por el planeta, el Obispo de Roma se detuvo en Tierra Santa e hizo votos para que la paz brote en esa región donde nació, vivió, murió y resucitó Cristo y pidió a Dios que conceda a israelíes y palestinos “la valentía de poner fin a tantos años de luchas y divisiones y de emprender con decisión la vía de la negociación”.

El Pontífice también tuvo palabras para Latinoamérica y abogó para que crezcan las virtudes humanas y cristianas de los fieles de esa zona de mundo y pidió a Dios que “sostenga a cuantos se han visto obligados a emigrar lejos de su familia y de su tierra” .

Tras el mensaje de ayer, el papa impartió la bendición “Urbi et Orbi” (a la ciudad de Roma y a todo el mundo) en 65 idiomas, entre ellos español, portugués y guaraní. En español proclamó: “Feliz Navidad. Que la paz de Cristo reine en vuestros corazones, en las familias y en todos los pueblos”.

Benedicto XVI dedica a los refugiados el tradional mensaje de Navidad

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