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sábado | 20 abril | 2024
La gala de Premios Goya reunió ayer a lo mejor del cine español, en una edición en la que el audiovisual gallego opta a 10 candidaturas.
La anécdota de la alfombra roja la protagonizó Pedro Almodóvar que desveló que Penélope Cruz será la encarga de dar Óscar a mejor película de habla no inglesa. Volver a entregárselo le haría “muchísima ilusión” a la actriz, que se ha reído cuando Almodóvar ha revelado que ella sería la encargada de entregar el Óscar de esa categoría, algo que no se sabía.
La ceremonia, que presentó la pareja de cómicos formada por Silvia Abril y Andreu Buenafuente, comenzó con un número musical protagonizado por Ana Mena y Rayden en el que se homenajea al cine, a sus orígenes, y a su poder hermanador, con lo que se dio el pistoletazo de salida a la 34 edición de los Goya.
El primer galardón de la noche se lo llevó, a sus 84 años, la gallega Benedicta Sánchez que consiguió el Goya a la mejor actriz revelación por su papel en la película gallega “O que arde” de Oliver Laxe.
Junto a Sánchez competían Carmen Arrufat, nominada por “La inocencia”, la andaluza Pilar Gómez por “Adiós” y la vasca Ainhoa Santamaría por “Mientras dure la guerra”.
El récord de edad en esta categoría lo tiene Antonia Guzmán, que compitió hace tres ediciones con la película de su nieto Daniel Guzmán “A cambio de nada” con 93 años.
Sánchez agradeció el premio a sus padres, a su hija que la llevó al cásting para la película, y a Oliver Laxe y su equipo: “No creo que haya princesa a la que hayan tratado como a mi”. Finalmente dedicó el Goya a Galicia y dijo que también se siente muy “perita”, una expresión malagueña.
Abrazada al Goya proclamó que “la vida te da sorpresas y esta es una muy grande en mi larga existencia”.
