La autopsia revela que Gabriel murió estrangulado el día que desapareció

La autopsia revela que Gabriel murió estrangulado el día que desapareció
Los padres de Gabriel, Patricia Ramírez y Ángel Cruz, ayer en la capilla ardiente que se instaló en la Diputación de Almería | carlos barba (efe)

La autopsia realizada al cadáver de Gabriel Cruz desveló que murió estrangulado el mismo día de su desaparición, el pasado 27 de febrero, indicaron ayer fuentes de la investigación.

La Guardia Civil encontró el domingo el cuerpo de Gabriel en el maletero del coche que conducía Ana Julia Quezada, la pareja de su padre, quien fue detenida en Vícar (Almería), a unos 60 kilómetros de Las Hortichuelas, el paraje donde desapareció el pequeño. Ayer se practicó la autopsia al cadáver en el Instituto de Medicina Legal de Almería y concluyó que el niño murió por estrangulamiento el mismo día en el que fue visto por última vez.

La hipótesis más consistente con la que trabajan los investigadores del caso es que la principal sospechosa de la muerte del pequeño actuó sola, según indicaron fuentes de la investigación, que precisaron que, de todos modos, todas las hipótesis permanecen abiertas, incluido el móvil que pudo llevar a Quezada a acabar con la vida de Gabriel.

La Guardia Civil trasladó ayer a Quezada a la finca de la localidad nijareña de Rodalquilar en la que ocultó al menor y en la que se efectuó un registro. Posteriormente, fue trasladada para su registro a la vivienda en la que residía en Vícar (Almería) y a la salida la esperaban centenares de personas, algunas de las cuales profirieron insultos e intentaron agredirla al subirse en el coche en el que había sido conducida al lugar por la Guardia Civil. Ana Julia Quezada, de 44 años, llegó en 1995 a Burgos procedente de su país natal, la República Dominicana, y se instaló junto a sus dos hijas de dos y cuatro años (que tuvo en su país fruto de una relación anterior) en un piso de esta ciudad.

La hija menor, que ahora tiene 24 años y reside en Burgos, fue ingresada en el Hospital Universitario de esta ciudad por una crisis de ansiedad al conocer la detención de su progenitora por la muerte del niño, según fuentes de la investigación.

La capilla ardiente de Gabriel Cruz, instalada en el Palacio Provincial de la Diputación de Almería, abrió ayer por la tarde sus puertas. A las cinco de la tarde se dio acceso a los ciudadanos, si bien de forma previa los familiares pudieron velar a solas al menor. Entre aquellos que presentaron sus condolencias a la familia se encuentran la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, que lamentó que al menor “le quitaron la vida a muy pocas horas de que desapareciera” y conversó con sus padres, Ángel Cruz y Patricia Ramírez, con los que compartió abrazos y gestos de cercanía y solidaridad. La muerte del menor conmovió a toda la sociedad almeriense.
A raíz del suceso, los partidos políticos polemizaron sobre el mantenimiento de la prisión permanente revisable, a tres días del debate en el Congreso de los Diputados sobre la reforma de esta figura, introducida en 2015 en una modificación del Código Penal.

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