Atribuyen a un joven residente en Galicia una violación que se cometió en una ciudad alicantina

Agentes de la Guardia Civil esclarecieron ayer dos violaciones cometidas en Jalón y Calpe (Alicante) durante el puente de Todos los Santos, una de ellas presuntamente cometida por un joven de 25 años residente en Galicia, que había viajado al primero de los municipios en esos días y que ingresó en prisión después de que haya “pruebas concluyentes” de la agresión sexual, con mensajes de Whatsapp y audios enviados a la víctima con amenazas de muerte si contaba lo sucedido.
La comandancia de la Guardia Civil en un comunicado, el segundo detenido es un hombre de 34 años y de nacionalidad colombiana que reside en Calpe. Este último se encuentra en libertad con cargos, aunque recae sobre él una orden de alejamiento hacia la víctima, hasta que se dicte sentencia judicial firme. Ambos delitos de agresión sexual se cometieron en el interior de un vehículo.
En el primer caso, en la madrugada del día 31 de octubre se presentó ante la Guardia Civil de Altea una joven de 22 años denunciando que se encontraba junto a una amiga en local de Jalón y que, tras entablar conversación con otro grupo de jóvenes, conoció a un chico de 25 años, con el que se marchó del local en su coche.
De acuerdo con la denuncia, se dirigieron unos cuatro o cinco minutos por caminos sin iluminación, donde finalmente el chico paró el vehículo y, “en actitud altamente agresiva”, le obligó a tener relaciones sexuales con él, “bajo el pánico provocado por la situación en sí y por las graves intimidaciones y amenazas que estaba recibiendo de su acompañante”.

shock emocional
Posteriormente, el chico la devolvió al local del que salieron, donde una amiga la localizó en estado de “shock emocional”. El Equipo de Policía Judicial de Altea inició un investigación para la identificación del autor de los hechos, basándose en las descripciones y detalles aportados por la víctima y su amiga.
Como resultado, los agentes detuvieron a un joven de 25 años natural de Galicia, que había ido a Altea a pasar el puente de Todos los Santos. El juzgado decretó su ingreso en prisión, sin fianza y comunicada, “debido a las pruebas concluyentes de su autoría”, que pudo demostrar, entre otras cosas, con los mensajes de Whatsapp y los audios enviados por él tanto a la víctima como a la amiga de esta, en los que supuestamente las amenazaba de muerte si contaban lo sucedido y donde seguía vejando verbalmente a la afectada.