El arte y la cultura lloran la muerte de Paco de Lucía, “el amo de la guitarra”

Genio, sensibilidad y calidad humana confluyeron en Paco de Lucía, el \“amo de la guitarra\”, fallecido ayer a los 66 años por un infarto masivo que priva al arte del hombre que revolucionó el flamenco, lo sacó de juergas nocturnas y lo dignificó en escenarios de España a Japón.
La muerte le sobrevino en el Caribe mexicano, refugio habitual para este algecireño afincado en Toledo, en concreto en un hospital de Cancún al que llegó por su propio pie, por las molestias que empezó a sentir tras jugar al fútbol en la playa con su hijo menor.
\“No hay consuelo\”, declaró su familia en un comunicado, ni para quienes le querían y conocían, ni para los que le querían sin conocerle. \“El dolor ya tiene fecha\”, culmina el escrito de este clan, al que pertenecen otros referentes de la música como su hermano Pepe de Lucía o su sobrina, la cantante Malú.
Nacido Francisco Sánchez Gómez, adquirió su seudónimo artístico de la costumbre de nombrarle por su madre, \“Paco, el de Lucía\”, y con ese alias firmó casi cuatro decenas de discos, amén de numerosas colaboraciones, a destacar el famoso \“Entre dos aguas\” (1981), y dos de sus favoritos, \“Concierto de Aranjuez\” (1991) y \“Cositas buenas\” (2004), por el que recibió un Grammy Latino.
\“El flamenco es un desgarramiento\”, afirmaba Paco de Lucía en una misiva al luthier de sus guitarras, en la que decía que él lo había vivido \“muchas veces\” a través de este instrumento, al que en su juventud dedicó hasta diez horas diarias de práctica.
En 1978, convertido ya en figura, explicaba que el éxito le había llegado de forma \“gratuita\”, porque él \“solo aspiraba a tocar bien la guitarra y a disfrutarlo\”. \“Lo mío no han sido horas de trabajo, porque lo mío es más una devoción\”, declararía este aristócrata del flamenco, que convenía en que demasiada teoría mataba la imaginación.

camarón y morente
Tomatito, José Mercé, Carmen Linares, Fosforito, El Lebrijano, Juan Manuel Cañizares... La corte entera del flamenco se declaró tocada por esta muerte prematura, que se une a la de Enrique Morente y, sobre todo, a la de Camarón de la Isla, con el que fraguó hitos de la historia musical.
Pero no solo el mundo del flamenco, la política, el arte y el espectáculo también lamentaron la muerte de Paco de Lucía y coincidieron en que con su fallecimiento se va uno de los referentes del mundo del flamenco.
Así, para el príncipe de Asturias, su muerte \“es una pérdida grande. Sentía mucho afecto por él\”. También el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy recordó al guitarrista: \“Conmovía con sus acordes, transmitía pasión, sentimiento y emoción\”.
El torero Curro Romero aseguró que Paco de Lucía \“deja un vacío muy grande. Era una bellísima persona, tan noble, tan bueno y un artista genial; él sólo estaba pendiente de crear su arte y estar con sus cuatro amigos\”.