Las autoridades de Argentina y de Uruguay emitieron ayer una alerta por tormentas intensas para el centro y norte del país, donde las temperaturas cayeron más de diez grados, tras la histórica ola de calor de diciembre, la más prolongada en 107 años, que se ha trasladado a países como Brasil, donde ayer alcanzaron los 40 grados.
El Servicio de Meteorología Nacional advirtió que el paso de un frente frío sobre la región podía dejar tormentas “localmente intensas con ráfagas y ocasional caída de granizo”.
La llegada de fuertes precipitaciones y de vientos del sur provocó un fuerte descenso térmico en Buenos Aires y su área metropolitana, donde se normalizó también el servicio eléctrico tras semanas de fallos de suministro y fuertes críticas del Gobierno a las compañías distribuidoras de energía. Al menos ocho personas murieron por causas relacionadas con la ola de calor que vivió el centro y norte de Argentina el pasado diciembre, la más extensa desde la sistematización de medición meteorológica, en 1906. n