La izquierda coruñesa se movilizó para tratar de mantener al Partido Socialista en el Gobierno y logró invertir los resultados de las anteriores elecciones generales, en las que el PP fue el vencedor en la ciudad.
Con casi el 33% de las papeletas, el PSOE fue la fuerza más apoyada ayer en los colegios herculinos y centró el voto de izquierdas. Subió más de un diez por ciento con respecto a los comicios de 2016, el mismo porcentaje que perdió ayer Unidas Podemos en la ciudad. La coalición morada –Podemos-Eu-Mareas En Común-Equo, en esta ocasión– pasa de ser la segunda fuerza con más votos a quedarse en tercer lugar, con Ciudadanos inmediatamente por detrás, a poco más de tres mil papeletas de diferencia. Esta formación replicó a nivel local los buenos resultados que logró en el conjunto de España y mejoró su porcentaje en la ciudad en cerca de cuatro puntos.
El principal castigo de las urnas coruñesas fue para los populares, que pierden un quince por ciento de sus apoyos y se quedan con veinte puntos porcentuales y poco más de 30.000 votos, frente a los 51.125 de hace tres años. El descenso del Partido Popular en la ciudad es, no obstante, ligeramente inferior al sufrido en el global de las elecciones generales.
Sin llegar a las diez mil papeletas, pero con ascensos notables en las muestras de confianza de los vecinos, el BNG se hizo con algo más del cinco por ciento de los sufragios (situándose como la sexta formación con más apoyos, sumando más de 8.000) y Vox se coló en la lista de las cinco fuerzas más votadas con el seis por ciento de los votos, reflejados en 9.700 papeletas.