Rueda acierta

El anuncio que Alfonso Rueda hizo en un acto del PP en La Coruña avanzando que Diego Calvo formará parte de su gobierno es un síntoma inequívoco de que el nuevo presidente aspira a renovar mayoría absoluta dentro de dos años. Supone además un cambio importante sobre la teoría de Feijóo sobre la composición del gobierno porque el todavía presidente de la Xunta componía sus gobiernos de perfiles técnicos con experiencia acreditada y renunciaba a incorporar valores políticos, asumiendo él, en primera persona, el liderazgo total de su gabinete. Diego Calvo aporta experiencia, su paso por la presidencia de la Diputación coruñesa avala su capacidad de gestión y su inmaculada hoja de servicios en el ente provincial donde, desde la transparencia más rigurosa nadie, ni la oposición, pudo manchar de sombras su ejecutoria.


Pero, además, Calvo ha demostrado al frente del Partido Popular coruñés que la provincia es el gran granero de votos populares que suma mayoría cualificadas y su talante abierto y dialogante, sin complejos, ha supuesto la reincorporación al partido de personas que, en algún momento, se habían separado de las siglas, aunque sus ideas permanecían intactas. Superó Calvo la política de “mirarse al ombligo” para alzar la vista y tomar perspectiva, acercándose a la realidad social de todos los pueblos y ciudades de la provincia porque quiere presentar candidaturas fuertes y ganadoras en las próximas elecciones municipales que garanticen la recuperación de la Diputación coruñesa y, para ese objetivo, hay que incorporar a personas cuyos méritos no se circunscriban a un carnet partidario o a horas de “sede”, criterio que durante mucho tiempo limitó las posibilidades electorales del PP coruñés.


Claro que Rueda contaba con información precisa sobre la valía de Calvo, no en vano el futuro presidente lleva trece años al lado de Feijóo y sabe de la lealtad total de Calvo, hasta el punto de que el propio Calvo acalló a aquellos que lo promovían a él para la sucesión de Feijóo advirtiendo de que lo que propusiera el presidente él lo asumía como propio y esto se tradujo en que La Coruña aportó más del treinta por ciento de los avales que Rueda presentó de cara al congreso y, con ello, Calvo finiquitaba cualquier debate al respecto. Falta por conocer si la apuesta de Rueda es valiente o timorata, es decir, si lo incorpora como conselleiro raso o lo nombra vicepresidente primero, lo cual supondría crear un tándem fuerte y sólido de cara a futuras elecciones y tranquilizaría a las bases populares no solo de La Coruña, sino también de otras provincias que veían en Calvo el mejor sustituto del presidente Feijóo.


No es cuestión menor que el presidente nacional del PP haya incluido a Diego Calvo en su núcleo duro madrileño, haciéndole responsable, ni más ni menos, que de la elaboración de las listas electorales a nivel nacional. Calvo es persona fiable y lo saben Feijóo y Rueda, aporta juventud y experiencia y le da al PP gallego un toque “urbanita” que, viniendo de un hombre de San Sadurniño, le irá muy bien al partido para luchar por las alcaldías de las grandes ciudades. Toca esperar unos días para saber el final de esta historia.

Rueda acierta

Te puede interesar