Un regalo de Vox para Sánchez

En el “Arte de la guerra”, libro mítico de estrategia, Sun Tzu asegura que “Nada es más útil en la guerra que saber ver la ocasión y aprovecharla”. Y en eso están, y de qué manera, en La Moncloa al hilo de la confusa explicación del vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, sobre un protocolo relacionado con el aborto. Al hilo de este asunto, en una sobreactuación impostada, diferentes portavoces del Gobierno están cargando, no tanto contra Vox, partido al que pertenece García- Gallardo, sino contra el PP en general y contra Alberto Núñez Feijóo en particular. Entre medias ha quedado atrapado, como figura indecisa, Alfonso Fernández Mañueco,el presidente de la Junta a quien, a la vista del desbordamiento que está provocando el caso, quizá le ha faltado pulso para poner en su sitio a su vicepresidente. El mismo que en un significativo decir a la vista de la ventolera política levantada ha reconocido que “no sabe mucho de embarazos”. Un despropósito unido a una torpeza que ha sido el regalo tardío de Reyes para un Pedro Sánchez que estaba atravesando por un mal momento porque le habían fallado los cálculos para ir superando el rechazo de la opinión pública a las cesiones a los separatistas, los indultos, la laminación del delito de malversación o el reguero de rebajas de penas y excarcelaciones por obra de la torpe Ley del “solo sí es sí” de la ministra Irene Montero.
 

Oxígeno político cuando según revelan los últimos sondeos de intención de voto el PSOE estaba a la baja y el PP consolidaba una distancia de cinco puntos. La consejería de Sanidad de la Junta no está en manos de Vox pero este partido ha querido llamar la atención en un asunto que por su naturaleza -forma parte del núcleo duro de la guerra cultural- despierta opiniones encontradas pero lo cierto es que le han hecho un favor a Sánchez.
 

Desde el Gobierno se ha llegado a requerir a la Junta para que abandone la idea expuesta por García-Gallardo y en algunos de los medios afines se ha llegado hasta invocar ¡el Art. 155 de la Constitución¡ Una cadena de despropósitos torpemente regalada por un dirigente político que no parece haberse enterado de que, como ya sucedió durante la campaña de las elecciones autonómicas en Andalucía, la estrategia propagandística del Gobierno contra el PP consiste en agitar el fantasma de la alianza con Vox. Un regalo tardío de Reyes para Pedro Sánchez cuando estaba atravesando por un mal momento. O quizá la cosa es algo más compleja y estemos asistiendo a una maniobra calculada de Santiago Abascal para marcar perfil.

Un regalo de Vox para Sánchez

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