Una queja

El alcalde de Oleiros, suele quejarse siempre de lo que sucede en otros municipios que, de algún modo, le afecta a los parroquianos de su Ayuntamiento. No sucede lo mismo, cuando su municipio tiene una obra en la N-VI, en Perillo. 
 

Con dos carriles unidireccionales en servicio únicamente, y un colapso de tráfico que afecta a la circulación de los vehículos que entran y salen por dicha vía, también de los circundantes, como el de San Pedro, Rúa da Tapia, El Burgo, Acea Dama, dirección Coruña y el vial del Puente Pasaje, Bastiagueiro, Santa Cruz, Mera, Oleiros, con una caravanas que hacen vaciar el depósito de combustible de los habituales vecinos y demás ciudadanos que por una u otra razón, toman alternativas para evitar el nudo gordiano de la dicha N-VI.
 

La cual, lleva en obra, desde hace un año y no se ve la luz al final del túnel, pero no por ello protesta el regidor oleirense, ante la marcha lenta de una obra a la que no hay muchas alternativas, de las ya indicadas. Al principio el Sr. Alcalde, se mostraba molesto y protestaba, para que se iniciase de una vez el proyecto de dicha obra. Pues bien, se lleva con la misma, un año de sufrimiento, por vecinos y conductores en tránsito y todo sigue igual que estaba al comienzo, dos carriles de ida y vuelta y los otros dos, inmovilizados por una obra interminable ¿Hasta cuando? El verano está ahí y los problemas de tráfico se multiplican.
 

La impaciencia de los conductores y de quienes la padecen también. A todo esto, no se le ve, al Sr. Alcalde de Oleiros, una sola queja, ni muestra su malestar por tanto perjuicio que está causando a vecinos y foráneos y se hace en su Concejo.
 

Es una costumbre de dicho regidor, el protestar por lo demás, pero cuando se hace en el lugar de su dominio, no se ve protestar, para que la obra no se dilate tanto en el tiempo, a este paso, el verano recién estrenado, será un suplicio para vecinos y conductores, con caravanas interminables en los límites colindantes, antes explicados.
 

No se puede, pedir a los demás, lo que el propio alcalde de Oleiros, no es capaz de hacer, dar prioridad a una obra que empezó mal, sin alternativas al tráfico rodado. Primero tiene que haber una vía que satisfaga las necesidades del público en general y luego ponerse al tajo, para terminar lo más pronto posible y no poner el carro antes de los bueyes, nunca fue una buena idea.
 

Sí algo a de salir mal, saldrá, sin lugar a dudas, la obra de la N-VI, salió como tenía que salir, mal desde el principio, al final se verá como queda, para llegar ahí, a este paso puede pasar un año ó más y así no es solución.
 

Para acusar a los demás, hay que ser comedido con uno mismo, siendo exigente para con lo suyo, dando soluciones al vecindario y los que se hallan en tránsito, esto es una prioridad, quejarse de lo que uno no hace y preocuparse de lo que no hagan los demás, es ir de víctima ajena, cuando no se arregla lo que hay en propia casa.

Una queja

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