Permanezcan vigilantes

Lo que pasa por nuestro alrededor es para salir corriendo o, como editorializaba El País, para echar unas risas. Y es que el regreso a España, entrando por Sanxenxo, desata “comentarios jocosos” ym0tr0s 1ue lo son menos. El coronel retirado Martínez Inglés escribió un libro titulado “el rey de las cinco mil amantes”. Pero lo más curioso es la insistencia de sus fieles al querer presentar a Juan Carlos como el que cambió aquella democracia orgánica de la etapa franquista por lo que ahora tenemos sin recordar que fueron muchos ciudadanos –desde la clandestinidad o en las cárceles los que pilotaron el cambio.


El teléfono, para Villarejo su oficina, nos va descubriendo que Cospedal está en la pomada y que le han pillado alguna mentirijilla y seguramente pasará de nuevo por los juzgados para contar más chismes sobre el espionaje allá y acullá. Aparecen nuevos audios con Esperanza Aguirre “poniendo a parir” a sus compañeros de partido a los que tilda de “choricetes”. Parece por lo menos curioso que don Alberto, en ese periplo por conocer el PP actual se haya reunido con Acebes, Aguirre y otros personajes que compartieron con Rajoy toda esa historia de intrigas y espionajes. Necesitamos a Mortadelo y Filemón, como recambio de Villarejo pues crece el número de chorizos, ya decía el otro que no hay pan para tanto chorizo, a los que hoy muchos llaman comisionistas y en cuyas listas debemos añadir al presidente de la federación


Resumiendo: a Feijóo le toca ahora evitar la sombra alargada sobre la corrupción que les persigue desde hace más de una década y que, al parecer, no entra en sus reflexiones. Aquí la población sigue esperando las medidas que anuncia su sucesor pero que todavía están en un “veremos”. Pero no se apuren que también hay buenas noticias: el mercado laboral que supera por primera vez los veinte millones de afiliados y consigue otro record en el número de contratos indefinidos pues hoy tenemos la cifra más baja desde el año dos mil ocho y, aunque recorten un poco nuestro conocido optimismo, desde Bruselas nos auguran tiempos mejores. El caso es que sea para todos. Que se reparta la bonanza sobre todo entre los más desfavorecidos. Estén vigilantes pues a nuestros políticos no se les puede dejar solos. Ah, por cierto: bajo la trapa del balcón por unos días. Insisto ¡vigilen!

Permanezcan vigilantes

Te puede interesar