De economía y sentido común

Por fin le han puesto precio a las genialidades económicas de Núñez Feijóo: le costarían año Estado diez mil millones de euros. Hay que añadir a este dislate que, para bien o para mal, la rebaja fiscal depende de los fondos europeos.

Los que vivimos los largos años de don Alberto por aquí le recordamos varios recortes en gastos sociales y alguna subida en los impuestos que nunca se explicó que se hizo con la “pastizrra” del cinco por ciento para mejorar la salud de sus conciudadanos. Y todo esto lo dice “con espíritu constructivo.

Tenemos alguna pista es de la constitución del gobierno de Castilla y León con la extrema derecha lo que desdice – por aquello de un hecho vale más que mil promesas – todas las afirmaciones de nuestro “ex” que, una vez más, se pone de perfil. Desaparece. No asiste “al bautizo” a pesar de ser el gran padrino o el padre “putativo” de la operación.

Las ideas de don Alberto sobre economía han sido replicadas por expertos y es que se trata de luchar contra la inflación y las propuestas de los populares no van por ese camino.

Ciertamente los populismos en materia económica se pagan. Aún las mejores ideas como la de ayudar a las rentas menores de catorce mil euros anuales con alguna forma de subsidio para seguir así la senda marcada por el Fondo Monetario Internacional que no recomienda los planes populistas del señor Feijóo que ya fracasaron en otros países.

Pero más allá de las grandes ideas lo que pide la ciudadanía son medidas concretas para problemas comunes. Y en ese capítulo y con sello de urgencia está en la atención primaria que viene a ser el primer paso del ciudadano cuando se encuentra mal de salud. Nos dicen que hacen faltan cientos miles de sanitarios, entre médicos y otros profesionales del ramo, como la más urgente prioridad.

Hoy, y en cualquier país del mundo, la satisfacción de sus ciudadanos viene marcada por dos servicios: educación y sanidad que lleguen a todos sea cual sea su clase social o sus ingresos. Es más: diríamos que los más necesitados son precisamente los que menos tienen, A ellos deben dirigirse prioritariamente los recursos básicos. Entre otras cosas porque así lo demanda la Constitución que tienen olvidada muchos de nuestros políticos. Adelante con las ideas pero que urgentemente le sigan los hechos.

De economía y sentido común

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