Difícil navegación

Hace ya mucho tiempo, yo diría que demasiado, que el responsable de la navegación de ese barco cargado de grumetes que es el Gobierno de España, no lleva un rumbo fijo y se le ve dando órdenes, sin ton ni son, cuando se comprueba que la navegación zozobra y no es la deseada.


Con demasiada frecuencia los medios de comunicación, los que el Ejecutivo no considera afines, critican que en el Consejo de ministros se siente más de un capitán marítimo, tantos como integrantes políticos componen la parte podemita de los que ocupan cartera ministerial.


La navegación en estas condiciones es muy difícil y Europa se lo recuerda con demasiada frecuencia a Pedro Sánchez para que fije el rumbo adecuado y no esté a merced de las corrientes que siempre son muy peligrosas.


Las discrepancias, que cada vez son más frecuentes y alcanzan niveles de cesión competencial, dejan al descubierto que al inquilino de la Moncloa lo único que le interesa es seguir morando en aquellas dependencias por lo que el rumbo sigue estando marcado por volantazos de timón que los mortales, los que otorgamos los votos, ni llegamos a comprender, si es que no nos situamos en claves de parcelas de poder que se siguen repartiendo como en los años cincuenta se hacía con la leche en polvo o el queso amarillo que nos enviaban los americanos.


El timonel Pedro Sánchez va perdiendo cada vez más ese rumbo que debe imponer para que España no siga padeciendo las consecuencias económicas y de todo tipo que estamos sufriendo, y que encarecen día a día la cesta de la compra y los productos derivados del petróleo.


Soy de los que creo que fijar un rumbo adecuado en las circunstancias actuales es muy difícil. La navegación ha sufrido tantos desajustes y concesiones de todo tipo que intentar enderezarla solo es posible con la convocatoria electoral para que los votantes decidamos.


También soy consciente de que el capitán del barco no está por la labor.

Difícil navegación

Te puede interesar