Deshojando los pétalos de la mascarilla

Ahora que ya nos hemos calzado nuestro bañador nuevo, la camiseta anunciando el Xacobeo 21-22, con gorra incluida, y las chanclas para aprovechar estos tiempos calurosos e irnos a la playa, es cuando en los mentideros políticos, los que casi siempre aciertan, se comienza a hablar de la necesidad de deshojar los pétalos de la mascarilla. Se trata de adoptar la decisión adecuada para salvaguardar los intereses sanitarios de los gallegos, y de los miles de personas que nos visitan en estas épocas de la canícula, para intentar frenar los contagios que aumentan de forma exponencial y peligrosa en las últimas semanas.
 

Muchos de los que como nosotros pasamos aquellos dos largos años de penurias de ir con la cara tapada ahora piensan que todo el proceso ya se ha finiquitado y que la protección bucal y nasal es un tiempo pasado que ahora no tiene por qué preocuparnos. 
 

Se equivocan de parte a parte. Los estudiosos del tema en sus intervenciones televisivas señalan que hay que pensar muy seriamente en volver a utilizar la mascarilla en los interiores, sobre todo los cerrados . La relajación  ha sido mala compañera de este viaje epidemiológico que ha ocasionado los colapsos de las urgencias sanitarias, los ingresos en planta desbordados y la muerte de miles de personas que nunca llegaron a saber cómo el temido contagio había llegado a su torrente sanguíneo y respiratorio.
 

La rama sanitaria del Gobierno central no está mucho por la labor teniendo en cuenta que cada nuevo día que dejamos atrás es uno menos para llegar a las tan deseadas elecciones generales de las que muchos esperamos que se produzca un cambio gubernamental que pueda acometer las tremendas dificultades que nos esperan para los próximos años. 
 

Pero si desde las zonas de poder cercanas a la Moncloa no se toman las decisiones adecuadas, soy partidario de que Galicia, con sus plenas competencias en esta materia, debería dar un paso adelante y adoptar el acuerdo que nos proteja a todos con la utilización de las mascarillas. Dos políticos, Alfonso Rueda, desde la presidencia, y Julio García Comesaña, en la consellería de Sanidad, deberán tomar la decisión. Y si esta se produce nosotros volvernos a tapar nariz, bigote, boca y barba, para preservarnos de los posibles contagios. Deshojar los pétalos de la mascarilla está en sus manos.

Deshojando los pétalos de la mascarilla

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