El campo

Por mucho que se diga, el campo español está abandonado a su suerte, da lo mismo que sean los amplios trigales castellanos, los olivares andaluces, la huerta levantina, las tierras manchegas y extremeñas ó la siempre olvidada Galicia, entre otras regiones españolas.


El campo sufre la falta de atención que la política y los políticos deben solucionar, son núcleos de población cada vez más reducidos de la llamada España vaciada, por una política errática e inexistente, en favor del campo español, los productores se desesperan en el tiempo, sin solución alguna a los graves problemas económicos, hoy el campo es una ruina en explotación, el último ejemplo lo tenemos en el escándalo de las naranjas en la huerta valenciana, es solo la parte del iceberg que sacude las necesidades perentorias que tiene el campo.


España cuenta con 59 diputados en el Parlamento Europeo, lugar de Bruselas, donde se toman todas las decisiones sobre el campo, pesca, ganadería, etc. Cada país que siente sus colores patrios, arrima el ascua a su sardina. Pero, de los españoles, no sabemos nada de su trabajo en beneficio de nuestros agricultores, pescadores y ganaderos en general, todo lo que viene de Bruselas, son siempre malas noticias para el campo español y para el resto, de sectores también. Habrá que variar de situación y saber a que van a Bruselas nuestros diputados, aparte del jugoso jornal.


Estas decisiones sobre el campo se deben tomar en España, defendiendo los intereses de los productores, frene a otros no tan claro, evitando la gran dejadez de abandonar el campo a su suerte. Si los temporeros, ya no quieren trabajar en la recogida de la naranja valenciana, la tildan de esclavitud y los productores reciben por cada caja de veinte kilos, menos de un euro, como se puede tolerar semejante abuso por parte de los mayoristas dedicados a este negocio y para tirar más del precio, se importan cantidades de naranja de Sudáfrica, que contiene larva de polilla, Lo primero, es la defensa del productor español y que éste reciba un precio asequible a su trabajo e inversión y no estar sujeto a la usura de un mayorista sin escrúpulos, el cual solo piensa en enriquecerse.


Los productores españoles, si quieren sobrevivir y hacerse fuertes, se verán en la necesidad de boicotear la entrada de productos foráneos, tal como hacen los franceses y otros en la defensa de sus intereses y de su modo de vida. Si no, será el fin del principio, usando la fuerza de la razón, siempre.


El campo. Precisa de una urgente reforma frente a las superficies comerciales, no puede ser que el primero, siempre pierda y el segundo gane por goleada. El gobierno de la Nación se haya mirando para otro lado, en lugar de defender el campo y dar solución al grave problema que arrastra. Claro que con políticos como Garzón, de esta tropa, nada se puede esperar y el campo se empobrece y sus productores también, por falta de previsión e inactividad del gobierno que rige los destinos de España.

El campo

Te puede interesar