La victoria de Trump reactiva una campaña para pedir la independencia de California

La victoria de Trump reactiva una campaña para pedir la independencia de California
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump Joshua Roberts

La victoria del republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses ha reactivado una campaña que aboga por la secesión de California de Estados Unidos inspirada en la archiconocida franquicia de juegos de ciencia ficción postapocalíptica “Fallout”.
Se trata de Yes California, una iniciativa creada por Shervin Pishevar, inversor de la compañía de transportes Uber y que defiende un “Brexit a la californiana”, amparado en el carácter autosuficiente del estado, que es por sí mismo la sexta economía del mundo y en el que la candidata demócrata, Hillary Clinton, fue votada por mayoría.
“California es más potente que Francia y tiene más población que Polonia. Punto por punto, California compite contra países enteros, no contra los otros 49 estados”, reza la página web de la campaña, que se identifica ahora por un hashtag: #Calexit. Esta campaña, marginal a todos los efectos, se convirtió en trending topic en Twitter el miércoles por la noche, en pleno fervor de un colectivo demócrata en busca de opciones para rechazar la victoria de Trump.
La campaña propone un referéndum sobre el estatus de California, que se celebraría en 2019, y que pide a los californianos que opinen sobre la posibilidad de convertirse en un país, la República de Nueva California, un nombre –y una bandera– adoptados a partir de la franquicia del estudio Bethesda.
Se trata de una iniciativa utópica que sigue no obstante una tendencia independentista más propia de Texas, estado cuyo gobernador en 2009, Rick Perry, llegó a proponer la escisión, alentado por el movimiento antigubernamental Tea Party.
Pishevar renunció ayer a su puesto directivo en la Junta que concede las becas Fulbright “en protesta contra la victoria de Trump”. “Lo más patriota que podemos hacer ahora es cuestionarnos la idea de una federación de estados y pedir un cambio sistémico de la Constitución para permitir la reincorporación a la Unión de una República de Nueva California convertida en nación”, escribió en Twitter.
Por su parte, la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) publicó ayer una carta abierta en los diarios estadounidenses donde advierte al presidente electo de que le vigilarán cada día de su mandato y que se enfrentarán a él “con toda la munición disponible” si perciben que no da marcha atrás en algunas de sus propuestas, que podrían suponer una violación de la Constitución.
La ACLU cita cinco en particular: la creación de “una fuerza de deportación”, la prohibición de entrada a musulmanes, la restricción del derecho al aborto, la reintroducción de prácticas de tortura y la restricción de la libertad de expresión a través de la imposición de nuevos delitos por injurias. “Propuestas que no son solo antiamericanas y equivocadas: son ilegales y anticonstitucionales, al violar la primera, cuarta, quinta, octava y decimocuarta enmiendas”, según la misiva firmada por el director ejecutivo de la ACLU, Anthony Romero.
“Si no da marcha atrás y persiste en su idea de convertir esas promesas en realidad, tendrá que enfrentarse a toda nuestra munición a cada paso que dé”, advirtió Romero en la carta.
“Nuestra plantilla entera de activistas y abogados, nuestros miles de voluntarios y nuestros millones de simpatizantes están dispuestos a luchar contra cualquier restricción sobre nuestros venerados derechos y libertades”, concluye el texto.
Por otro lado, el vicepresidente electo de Estados Unidos, Mike Pence, será finalmente quien se encargue de comandar la transición de poder entre la Administración de Barack Obama y la de Donald Trump, en lugar del gobernador de Nueva Jersey Chris Christie, según fuentes citadas por “The New York Times”.

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